El Madrid de las grandes noches apareció ayer frente al Liverpool (3-1) en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones gracias a un sensacional partido de Vinicius, autor de su primer doblete como madridista, y de una primera parte sobresaliente que allana el camino hacia las semifinales de su competición fetiche.

El botín es considerable para el conjunto de Zidane, que incluso pudo haber sido mayor antes de viajar a Anfield. En cualquier caso, la victoria fue contundente para un equipo que tenía pie y medio fuera de la Champions en la fase de grupos, pero que se reinventa como nadie cuando se acerca la primavera y olisquea los títulos.

La primera parte fue primorosa, los blancos hicieron todo bien y lograron una renta digna del partido que firmaron ante un Liverpool desdibujado y ahogado en la salida del balón. Kroos dio un recital y asistió en los dos primeros goles, Casemiro fue vital en la contención y Vinicius se destapó cuando más hacía falta.

El brasileño gozó de la primera oportunidad al borde del cuarto de hora, demostrando que su velocidad iba a hacer mucho daño. La sensación era de una superioridad enorme que no tardó en reflejarse en el marcador. Zidane había vuelto a dar con la tecla. Kroos fue su mejor aliado con un pase teledirigido, Vinicius controló con el pecho y resolvió con la eficacia de la que siempre adolece. Un golazo que dio rienda suelta a los mejores minutos del Madrid en toda la temporada. Un primer asalto sobresaliente y sin fallos que dejó tiritando al equipo de Jurgen Klopp cuando Asensio marcó el segundo de la noche.

El propio Asensio tuvo el tercero a dos minutos del descanso, pero desaprovechó el mano a mano tras otra contra prodigiosa. Klopp no esperó ni al intermedio y dio salida a Thiago para ganar más control de balón y no sufrir ante la capacidad de la sala de máquinas de los merengues. Acertó. A los seis minutos de la reanudación, el Liverpool hincó el diente en un inesperado cambio de guión, aunque la efervescencia red se apagó tras el gol de Salah.

El 2-1 abrió un nuevo partido, o eso pensaban los ingleses, porque fue todo lo contrario. El dominio siguió siendo del Madrid con un Vinicius exquisito, que volvió a poner tierra de por medio con gol a pase fue de Modric, que brilló menos en pos de realizar un trabajo más oscuro en la recuperación. Remató de primeras y logró el 3-1.

El Manchester City evita un susto a última hora con un gol contra el Dortmund en el minuto 90 (2-1)

El Manchester City partirá con una pequeña ventaja para la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones después de ganar ayer en el Etihad Stadium con mucho trabajo por 2-1 al Borussia Dortmund alemán, gracias a un gol en el minuto 90 de Phil Foden. El tanto del centrocampista inglés premió el partido de este e hizo respirar con algo de tranquilidad a Pep Guardiola de cara a un segundo duelo donde su rival será el que tenga que remontar. No fue la noche de Erling Haaland, que apenas pudo participar, pero que cuando lo hizo fue clave para el tanto que da vida al campeón de Europa de 1997, que aguantó mejor de lo esperado este primer acto. No tuvo un partido cómodo el conjunto de Pep Guardiola, sobre todo en los primeros 45 minutos. Como estaba previsto, tuvo el control de la pelota, pero se topó con un rival que salió con peligro al contragolpe aunque el delantero noruego no pudo conectar ni un remate a puerta en el primer acto. Un error de Emre Can dio inicio a una gran jugada de De Bruyne, que terminó con remate del belga tras un pase de Mahrez para el 1-0 del City, que en la segunda parte dominó a placer y pese a ello vio como fue el Dortmund el que marcó por medio de Marco Reus. Los locales se fueron a por el triunfo y encontraron el premio sobre la bocina.