El Atlético de Madrid cayó ayer por 2-1 en su visita a San Mamés en la jornada 32 de LaLiga Santander, la cual sigue bajo dominio de los de Simeone pero con un paso en falso en su resistencia para el cada vez más emocionante tramo final. Un cabezazo, solo en el remate, de Íñigo Martínez tumbó al líder, un Atlético que puede perder esa posición el jueves si el Barça gana su partido aplazado contra el Granada.

El cuadro vasco recuperó la identidad de los inicios de Marcelino y encima se adelantó pronto, a los ocho minutos, por medio de Berenguer. Así ganó más fe y convicción si cabe un Athletic con ganas de sentirse competitivo tras dos finales de Copa del Rey perdidas. A la contra, y eso que no estaba Williams, los locales tuvieron mucho peligro. Los sustos se sucedieron sobre la meta de Oblak y en la otra lo intentaba Correa sin el acierto de los últimos partidos. La primera parte dejó la lesión de Capa y con la segunda el Atlético volvió mejor.

Los del Cholo no esperaron para ir a por el partido, obligados en esa lucha por el título que nadie sabe encarrilar. En unos minutos, el Atleti acumuló más llegadas que en toda la primera parte. Simeone metió entonces la artillería recién salida de la enfermería. Luis Suárez, Joao Félix y Lemar entraron al césped en un órdago colchonero. El Atheltic se aculó y los madrileños encontraron el premio a su asedio a balón parado, en el minuto 77, con un cabezazo a saque de esquina de Savic.

Al Athletic se le hacía largo el partido, tratando de pararlo a toda costa, pero también a balón parado Íñigo Martínez entró como un avión para rematar otro córner y hacer el 2-1. Este gol es agitador de la Liga en su zona alta, con cinco partidos por delante y opciones para Atlético, en modo resistencia como dice el Cholo pero fallando a domicilio, Barça, Madrid y Sevilla, no necesariamente en ese orden.