El Mallorca ha conquistado el noveno ascenso a Primera de su historia subido en una montaña rusa, que le ha llevado en los últimos cuatro años a ascender y bajar de categoría sin parar. El regreso a la élite de los baleares se consumó matemáticamente tras la derrota de ayer del Almería en Cartagena (3-2).

El Mallorca, con el cuarto presupuesto más alto de la categoría (19 millones de euros), tras Espanyol (45,3), Almería (27,6) y Leganés (26,7), ha tocado las teclas justas para recuperar un sitio en Primera tan solo un año después de haberlo perdido. Superó con matrícula el trauma de quedarse sin su entrenador fetiche, Vicente Moreno, el de los tres ascensos seguidos, y sin sus principales futbolistas, el croata Ante Budimir (Osasuna), el japonés Take Kubo (Getafe) y el colombiano Cucho Hernández (Getafe).

Sus directivos creen haber aprendido de los errores. La propiedad estadounidense de la entidad balear, con Robert Sarver al frente, y los directivos Pablo Ortells, director deportivo, y Alfonso Díaz, director de negocios, ya se han puesto manos a la obra para confeccionar un equipo que no desentone entre los grandes del fútbol español.