La grancanaria Carla Suárez dijo adiós de forma definitiva al torneo de Wimbledon tras caer ayer ante la número 1 del mundo, la australiana Asleigh Barty, no sin antes haber presentado batalla y haber arrancado un set a una de las grandes favoritas (6-1, 6-7(1), 6-1). La salida de la pista central de Suárez fue un momento inolvidable que, pese a la derrota, pasará a la galería de recuerdos de la canaria. El público, puesto en pie, le tributó una cerrada ovación a la que también se unió, al borde de las lágrimas, la propia Barty.

Saludando con la mano a los espectadores, la tenista canaria, que no competía desde el pasado Roland Garros (donde también fue eliminada en primera ronda), se despidió así de la hierba londinense.