Veamos, faltan cuatro grandes premios (100 puntos) para que concluya este apasionante Mundial de motociclismo: Austin (Texas, Estados Unidos), de nuevo Misano (Italia), Portimão (Algarve, Portugal) y Cheste (Valencia). Y ya hay tres pilotos, espectaculares los tres, no digo que los demás no sean buenos, a los que se les ha puesto, a lo largo de todo el año, cara de campeones. El murciano Pedro Acosta, revelación y rookie arrollador de Moto3, le saca 42 puntos a Denis Foggia y a Sergio García; el australiano Remy Gardner supera, en Moto2, a su compañero de equipo Raúl Fernández, otro portento novato, por 34 puntos, y el Diablo, es decir, el impresionante Fabio Quartararo, supera a Pecco Bagnaia por 48 puntos y al campeón Joan Mir por 67.

¿Y qué piensa el Diablo? Pues piensa como el Cholo Simeone, que hay que ir carrera a carrera. “En Misano, el domingo, en la salida y en las primeras vueltas, las Ducati me pasaban por todos lados, por la derecha, por la izquierda, viví unas primeras vueltas desesperado pues yo estaba corriendo lo máximo que podía y me faltaba velocidad punta para superar a Martin y Miller. Puede, sí, que haber escogido el neumático duro detrás me impidiera ser competitivo en el inicio y, al final, pude dar caza, bueno, intentar impedir la victoria de Pecco, pero estoy feliz, muy feliz, porque solo perdimos cinco puntos y seguimos con una ventaja importante”.

Es evidente que Quartararo aún no tendrá punto de partido en Austin, Texas, Estados Unidos, pero cada vez tiene más cerca, a sus 22 años y en su séptima temporada en el Mundial, su primer título, no ya su primer gran título sino su primer cetro, pues pese a ser siempre de los mejores y más vistosos pilotos aún no posee cetro alguno. “Somos líderes, somos los favoritos para ganar el título, claro, pero aún falta. Eso sí, tengo una Yamaha que funciona bien en todos los trazados”.

No se ve el favorito

Ni que decir tiene que al Diablo le iría de maravilla que Marc Márquez (Honda) pudiese hacer de las suyas, dentro de 13 días, en uno de sus circuitos favoritos, Austin, donde el catalán ha ganado siempre (de 2013 a 2018) y donde, en 2019, iba a volver a ganar de calle, pero se fue al suelo cuando tenía ya más de tres segundos con respecto a los demás. “Espero que Marc gane en Austin como hace siempre y me eche una mano para frenar a Pecco”, señaló el francés al bajarse del podio en el circuito Marco Simoncelli.

Ni que decir tiene que Márquez no se ve, ni mucho menos, lo favorito que siempre ha sido en Austin. “No estoy en plena forma física. Nuestra Honda aún es muy mejorable. Y el segundo sector de Austin, con tres o cuatro curvas enlazadas, derecha-izquierda, izquierda-derecha, como Silverstone, donde me caí, creo que será duro de superar en las condiciones en las que estoy”.