La escudería Mercedes dominó con autoridad la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Rusia, con Valtteri Bottas por delante de Lewis Hamilton, mientras que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Alpine) empezaron séptimo y octavo, respectivamente, y Max Verstappen (Red Bull) cambió el motor y, por lo tanto, saldrá al final de la parrilla mañana.

Mercedes es el dominador histórico en el circuito de Sochi, donde siempre ha vencido en las siete ediciones anteriores de la prueba, y ayer continuó sus buenas sensaciones en la búsqueda del octavo triunfo consecutivo a orillas del Mar Negro, tanto por su buen rendimiento como por la sanción de Verstappen. El de Red Bull no apretó el acelerador a fondo y se confirmó con la sexta posición, ya a más de un segundo del líder, consciente del complicado fin de semana que le espera. El líder del Mundial llegaba a Sochi con una sanción de tres puestos y, al igual que Charles Leclerc (Ferrari), saldrá en la cola de la parrilla tras cambiar la unidad de potencia de su monoplaza.

De esta forma, Verstappen está obligado a una gran remontada mañana si no quiere que el primer puesto de la clasificación vuelva a manos de Hamilton, al que aventaja en cinco puntos después de que ambos chocaran entre sí y abandonarán en la última prueba en Italia. Cuarto fue Lando Norris (McLaren), a medio segundo de Bottas, y quinto se colocó Esteban Ocon (Renault).