El Extremadura se mantiene en pie a niveles deportivos, mientras pelea dentro de una tormenta de problemas en el apartado institucional. Eso sí, esta semana es decisiva en el club azulgrana. Hay que recordar que, en consenso con el sindicato de futbolistas AFE, la plantilla y cuerpo técnico del primer equipo mantienen convocada una huelga que comenzaría el próximo viernes 5 de noviembre y que trae aparejada el cese total de la prestación de servicios, comprometiendo la no realización de entrenamientos y demás actividades técnicas y deportivas preparatorias, afectando incluso a los partidos de competición oficial. Esto quiere decir que, si no hay una solución de urgencia esta misma semana en forma de pago de dinero para sufragar las nóminas del equipo, la plantilla se plantará y no jugará el domingo ante el Dux Internacional. También peligra la jornada siguiente, en la que deberán visitar Riazor para enfrentarse al Deportivo.

En el peor de los escenarios, no jugar ante el Dux Internacional significaría la derrota en ese partido de la jornada y una advertencia de la competición, ya que a la segunda incomparecencia del equipo podría incurrirse en descalificación en esta Primera RFEF. El plantel espera que eso no suceda, pero tiene muy claro que para que esto no ocurra deben abonarles las seis mensualidades que ahora mantienen pendiente con el club.

Desde la directiva del Extremadura UD son conscientes de la situación y siguen buscando soluciones de emergencia. El grupo Khalifa no ha hecho acto de presencial hasta el momento y el presidente Manuel Franganillo podría estar ya abierto a diferentes alternativas para buscar una financiación inmediata que ataje este problema. Pero, ¿se conformarán los futbolistas con ver pagadas una parte de sus nóminas o sólo aceptarían el pago completo de lo adeudado? Esto es algo que los propios futbolistas y técnicos tendrán que decidir, una vez escuchada la oferta que el club les haga. Siempre y cuando haya oferta y soluciones.

Ante este panorama, se antoja una semana definitiva en torno al club azulgrana para saber si hay soluciones para darle viabilidad al club. Si la directiva del Extremadura UD hace el esfuerzo de pagar las nóminas sería un gesto de tener un proyecto previsto para darle futuro a la entidad. Si se sobrepasa otro límite y el equipo hace la huelga, sería un gesto de bajada de brazos total.

De momento, el que más optimista está siendo en este sentido es el entrenador, Manuel Mosquera, quien tras el partido del pasado sábado en el Nuevo Vivero ante el Badajoz comentó que “esta semana va a llegar la normalidad y va a marcar un antes y un después”. “La afición del Extremadura va a tener su premio y todo se va a arreglar. Estamos todos en el mismo lado. Estoy seguro de que se conseguirá el dinero y que éste no será el último partido del Extremadura”, concluyó el técnico. De momento, los jugadores no lo tienen tan claro y son escépticos ante la situación.