El balonmano español está de luto por la muerte, a los 98 años, de Luisa Álvarez Iglesias, una de las pioneras de este deporte en España. Ella y Purina Zapico, fallecida en 2013, son reconocidas como sus precursoras, con el mérito añadido de que lo hicieron desde una pequeña población como es Pola de Laviana. Desde allí se construyó una historia de la que son herederas Las Guerreras, que han convertido a la selección española en una referencia internacional.

Si Purina Zapico fue la que trajo el handball —nombre inglés y con el que se conoció a este deporte hasta su normalización— desde Alemania a Pola de Laviana, Luisa fue su principal y primera discípula y la que más trabajó por su divulgación y enseñanza. La suya fue la primera licencia oficial de balonmano tramitada en España, en 1939, y en su palmarés atesora tres títulos de campeona de España, dos con el equipo de Pola de Laviana y el tercero formando parte de la escuadra del Distrito Universitario de Oviedo.