Álex Murillo, José Cortés, Manu Mulero, Parada, Diego Felices, Peteiro, Assane, David Mosquera, Lado, Moi Parra, Alex más Casto y Morcillo son los 13 guerreros que salvarán al Extremadura UD de su desaparición prematura este sábado en Irún. Esa es la exigua lista de convocados que presenta el club azulgrana para medirse esta tarde en el Estadio Gal (19.00 horas) al Real Unión y evitar una segunda incomparecencia que significaría la expulsión de la categoría. A nueve de estos jugadores, el Extremadura les ha hecho ficha profesional subiéndolos del filial al primer equipo, en principio, hasta final de temporada. A todos menos a Manu Mulero (que es juvenil) y el portero Álex que irá con ficha del filial. De la vieja guardia solo quedan Casto y Morcillo, dos padres entre la chavalería.

“Estas personas no sólo van a salvar un partido, sino que van a salvar un club. Las familias de estos chavales tienen que estar muy orgullosas. Es sólo un partido de fútbol, pero es un club y una historia. Un club es la memoria de mucha gente. Y por un club se hace todo hasta el último momento. En la vida no sólo es ganar, empatar o perder. En los clubes está la memoria de mucha gente”, decía el coruñés y exdeportivista Manuel Mosquera en sala de prensa.

El Extremadura jugará esta tarde en Irún y luego tendrá dos semanas para sellar la llegada de un grupo inversor que ayer dejó verse por primera vez en Almendralejo con la figura de Daniel Moreno, socio de Javier Páez, empresario sevillano que encabeza el grupo.

El Extremadura sólo ha podido reunir a 13 jugadores porque, entre otras cosas, el resto dejó de confiar hace tiempo. Musa y Vargas, que habían debutado con ficha del filial este año en Primera RFEF, decidieron ayer no firmar sus fichas de profesionales para abandonar el Extremadura. No confían en que esto pueda tener una solución. Han sufrido mucho, como los compañeros que se marcharon con anterioridad. Y no quieren arriesgarse a más promesas incumplidas. Manuel explicó que Sebas Coris ha pedido salir del club y que con Fran Sandaza, que está lesionado, aún queda una conversación pendiente. Villacañas, que no viaja por sanción, en principio sí seguirá.

En Irún no se fían de lo que pueda suceder, aunque el entrenador del Real Unión, Aitor Zulaika, se solidarizaba ayer: “Me solidarizo con ellos, porque tenemos además motivos para hacerlo”.