Mientras completaba su vuelo de regreso desde Melbourne a Belgrado, haciendo escala en Dubái, Novak Djokovic recibía una nueva mala noticia para sus intereses, procedente de Francia. Tras ser definitivamente expulsado de Australia y quedar, por tanto, fuera del primer Grand Slam del año, el mejor tenista del mundo conoció que tampoco podrá defender título en Roland Garros. A no ser que dé su brazo a torcer y decida vacunarse, claro.

Francia aprobará a lo largo de esta semana una nueva ley que prohibirá a las personas no vacunadas la entrada en recintos como teatros y estadios. La idea inicial del Gobierno de Emmanuel Macron era arbitrar excepciones sanitarias para los deportistas procedentes del extranjero, de modo que pudieran competir sin más exigencias que las de la entrada normal al país (PCR negativo o pasaporte Covid).

Sin embargo, la ministra delegada de Deportes (equivalente a una secretaria de Estado), Roxana Maracineanu, anunció un cambio de política, ampliando a los deportistas que vengan del extranjero las exigencias que el gobierno galo ya había previsto para aquellos que tienen su residencia en Francia, equiparando en este sentido a nacionales y extranjeros y a aficionados y practicantes de deporte.

Para Djokovic, esta decisión implica no solo quedarse fuera de Roland Garros a menos que acepte la inmunización, sino también de dos los Masters 1000 del calendario, los torneos que suceden en importancia a los Grand Slam: Paris-Bercy y Montecarlo, que pese a llevar nombre monegasco se disputa anualmente en Roquebrune-Cap-Martin, localidad francesa fronteriza con el Principado.

Más deportes

Pero no solo el tenis y los tenistas van a sufrir las consecuencias de esta medida anticovid de Francia, sino también otras muchas disciplinas. Dada la cantidad de torneos internacionales que acoge el país vecino a lo largo del año, uno de los que más en todo el mundo, la exigencia de vacunación va a tener impacto en prácticamente todos los deportes.

El primer gran evento del calendario será el torneo Seis Naciones de rugby, que arranca el 5 de febrero y en el que la selección francesa ejercerá de local en Saint-Denis frente a Italia (6 de febrero), Irlanda (12 de febrero) e Inglaterra (19 de marzo). En la selección inglesa, es conocido el caso de Henry Slade, que ha rechazado inmunizarse debido a su condición de diabético y a la reacción adversa que le han provocado otras vacunas. Habrá que ver si Francia articula excepciones que tengan que ver con situaciones como la del jugador inglés.

En febrero también se retomarán las competiciones europeas de fútbol. En la Champions, el Real Madrid debe visitar al PSG el día 15 y solo podrá hacerlo con jugadores con la pauta completa. No hay información oficial al respecto, si bien el periodista Julio Pulido aseguró en El Larguero que había al menos un futbolista en la plantilla blanca que no se había vacunado.

A priori, Arabia Saudí, donde se jugó la Supercopa de España la semana pasada, también impedía la entrada de personas no vacunadas, pero el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, desveló que habían alcanzado un acuerdo con la autoridades saudíes para que los participantes en el torneo quedaran exentos de esa obligación.

En fútbol, también afectará a la eliminatoria de Champions entre el Lille y el Chelsea, así como a las de Europa League del Olympique de Lyon, cuyo primer rival saldrá de una ronda intermedia. En baloncesto, el Asvel Villeurbanne en Euroliga, el Boulogne en Eurocup y el Dijon y el Strasbourg en la FIBA Champions League también continúan en competición continental.

¿Y el Tour?

Sobre las competiciones ciclistas, con el Tour de Francia como gran joya, pero también con DauphinéParís-Niza o París-Roubaix implicados, habrá que esperar al desarrollo concreto de la ley, dado que hasta ahora se ha hablado de requisitos para recintos cerrados y el ciclismo se practica al aire libre. Sí parece claro el impacto en competiciones de motor, como los grandes premios de Fórmula 1 y MotoGP que se disputan en Francia.

Otro aspecto que deberán aclarar las autoridades francesas es el de los diferentes tipos de vacunas que se inoculan en todo el mundo. En la actualidad, Francia acepta como válidas las vacunas que han recibido la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento: PfizerJanssenModerna Astra Zeneca. Adicionalmente, acepta algunos compuestos similares a estos que se han utilizado en diversos países del mundo.

Sin embargo, y al igual que ocurre en España, no acepta como vacunadas a aquellas personas que hayan sido inoculadas con la rusa Sputnik. Tampoco da el visto bueno a las vacunas chinas Sinopharm y la Sinovac sin una dosis de refuerzo adicional de una de las cuatro marcas plenamente autorizadas.

La tenista rusa Natalia Vikhlyantseva ya tuvo que enfrentarse a este problema de cara al Abierto de Australia, dado que está vacunada con Sputnik y el gobierno oceánico no ha aceptado hasta este mismo lunes (demasiado tarde para ella) ese compuesto para dar entrada a ciudadanos extranjeros. En consecuencia, Vikhlyantseva no ha podido disputar el primer Grand Slam del año. Para Australia, en la práctica, su caso era como el de Djokovic, aunque ella sí hubiera completado su pauta de vacunación.

Para el tenista serbio, que tampoco puede competir en EEUU y Canadá, queda al menos el consuelo de que Madrid le ha abierto de par en par sus puertas para competir en el Mutua Madrid Open. "Sería un gran reclamo", aseguró este lunes el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Al menos mientras el Gobierno de Pedro Sánchez no decida sumarse a la vía que ya aplican Francia y Australia o ciudades como Nueva York.