En un mal día y tras un final de infarto (un penalti fallado por Rusia con el tiempo cumplido), España ha logrado este viernes en Bratislava su sexta victoria consecutiva en el Europeo de balonmano, lo que le deja muy cerca de las semifinales. La campeona continental de las dos últimas ediciones estuvo fallona en ataque en la primera mitad y floja en defensa durante gran parte de la segunda, pero reaccionó a tiempo para enjugar una desventaja de cuatro goles y acabar ganando después de que Soroka fallara desde los 7 metros.

Con 6 puntos en su casillero y a la espera de lo que suceda esta tarde en el resto de duelos, los Hispanos tienen en su mano la clasificación para la lucha por las medallas, que podría llegar el domingo contra Noruega o el martes contra Polonia, en el último choque de la fase principal. España, en cualquier caso, tiene red. El sexto pase consecutivo a semifinales está encarrilado.

Pérez de Vargas, decisivo

"Ese era el objetivo a por el que veníamos", decía Gonzalo Pérez de Vargas sobre esas ya muy cercanas semifinales. "Estamos haciendo un camino sin falta, pero todavía todo el mundo tiene opciones y tenemos que luchar hasta el final. Sabemos que con un punto podemos estar en semis, pero ahora es momento de descansar, analizar el partido de hoy y ya mañana pensar en Noruega", ha analizado el portero, que rozó lo justo el último y decisivo lanzamiento. "Ganar así también ayuda a seguir creciendo como equipo", ha añadido.

Que Rusia iba a plantar cara quedó claro desde el principio. El portero Victor Kireev se puso el disfraz de héroe y resolvió los dos primeros claros contragolpes de los que dispusieron los Hispanos en el partido. Todavía en la primera mitad habría un tercero, y un penalti detenido, y otras dos paradas nada fáciles que hicieron dudar en ataque a una España que no supo explotar los extremos y que se contagió del ritmo de su rival.

Por contra, Rusia sacaba rédito de su contragol y de su contragolpe. Cada cambio ataque-defensa era un calvario para el equipo de Jordi Ribera, que tardó en ajustar esa situación. Lo logró según vislumbraba el descanso. La defensa por fin logró frenar a Rusia y dos acciones consecutivas de Chema Márquez le dieron a España la primera ventaja de dos (10-12) en todo el partido poco antes de irse a los vestuarios (11-12).

A poco que los Hispanos afinaran la puntería en ataque, todo hacía pensar en que la sexta victoria consecutiva en el torneo caería por su propio peso, pero Rusia se empeñó en que no fuera así. La defensa hispana empezó a hacer aguas y Corrales, a gran nivel en la primera mitad, dejó de parar. Rusia, que solo había anotado 11 goles en la primera media hora, anotó 8 en los primeros 10 minutos de la segunda mitad, en especial un Santalov (8 goles) que castigaba una y otra vez hasta darle a su equipo una ventaja de cuatro goles que parecía casi definitiva (22-18).

Pérez de Vargas y la defensa 5-1 fueron las apuestas de Ribera para lograr una reacción que debía ser inminente. Y lo fue. En poco más de un minuto, Ángel Fernández, Jorge Maqueda y Aleix Gómez dejaron en uno la diferencia. Un partido nuevo, que España fue cocinando desde entonces a fuego lento. Un gol del extremo zurdo del Barça equilibró el marcador a 10 minutos del final y a falta de 5 el extremo derecho culé puso por delante a los Hispanos.

Una buena defensa, un segurísimo Pérez de Vargas y un robo de Agustín Casado, más crucial con esa acción incluso que con sus 7 tantos, mantuvieron por delante a España hasta la última acción. Con siete segundos por jugar, Rusia dispuso de un último ataque para empatar el choque. Pérez de Vargas detuvo el lanzamiento forzado de Shishkarev sobre la bocina, pero mientras los Hispanos celebraban el triunfo los árbitros revisaban la acción y decretaban unos 7 metros por una pequeña obstrucción de Ángel Fernández. Soroka, sin embargo, estrelló su lanzamiento a la madera después de que Peérez de Vargas tocara lo justo.

Una ajustadísima victoria para los Hispanos que les deja muy cerca de las semifinales y mantiene inmaculada su trayectoria en el torneo, en el que se ha impuesto en las dos últimas ediciones y donde ya encadena 17 partidos sin perder (16 victorias y un empate).