Un aficionado deportivista ha tenido que ser evacuado esta noche al hospital por una posible fractura en una pierna y otros cuatro han sido atendidos por las heridas sufridas después de que una de las vallas del estadio Ruta de la Plata se derrumbara en la celebración del gol de Quiles que ha dado la victoria al Deportivo ante el Zamora. Varios seguidores del equipo blanquiazul que se habían desplazado para seguir el partido se precipitaron desde una altura aproximada de un metro cuando cedió una de las barreras que separan el graderío del césped. La gran mayoría solo sufrió el golpe de la caída y algunos rasguños, según han indicado esta noche fuentes del club deportivista, pero varios aficionados han sufrido heridas de mayor consideración por las que han tenido que ser atendidos sobre el campo y trasladados posteriormente a un centro hospitalario.

La grada de los aficionados deportivistas, tras desplomarse la valla. Lof

El accidente se produjo inmediatamente después del gol de Quiles en el tiempo de descuento que significó la victoria para el Deportivo, cuando los jugadores se acercaron a la zona que ocupaba la afición coruñesa. En ese momento, la valla no resistió el peso de las decenas de aficionados que se apoyaron sobre ella y se derrumbó. Numerosos seguidores se cayeron en ese momento al campo ante la mirada de los futbolistas.

Un aficionado blanquiazul auxilia a otro tras la caída. Lof

“Vi que se cayó todo y desde el primer momento se vio que un aficionado parecía tener una pierna rota. Había dos o tres personas con heridas, en tobillos, piernas... Nos asustamos todos y los jugadores se asustaron también”, describió Carlos, un aficionado deportista presente en el Ruta de la Plata. “Menos mal que el foso no era muy alto, como un metro. No es normal que una valla ceda así”, denunció Ana, otra seguidora blanquiazul desplazada a Zamora para el partido.

Álex Bergantiños saluda a los aficionados blanquiazules al finalizar el partido. Lof

“Nos hemos asustado con la caída, pero parece que ha sido un susto y gracias a Dios que no ha pasado nada”, resumió el entrenador del Deportivo, Borja Jiménez. “Espero que se haya quedado en un susto, que no haya nadie grave. Hemos ido a celebrarlo para que nos sientan cerca y me he llevado un susto muy grande”, destacó Alberto Quiles, desencadenante involuntario de lo que ocurrió en los minutos finales del partido.

La peor parte se la llevó un aficionado que tuvo que ser atendido en el estadio y posteriormente trasladado al hospital, aunque en todo momento estuvo consciente, según explicaron otros seguidores blanquiazules presentes ayer en Zamora y que fueron testigos de la escena.