El gigante dejó de existir. Si es que existió algún día. El gigante construido a base de una inacabable fortuna económica, capaz de reunir en una sola delantera a Mbappé, Messi y Neymar y no ganar ni una sola Champions, se desplomó en el Bernabéu. La caída resultó tan estrepitosa que se estudiará dentro de unos años para verificar las verdaderas causas, aunque, tal vez, sea todo más sencillo.

La irracionalidad del fútbol desmontó la supuesta fuerza del dinero, eclipsando a las estrellas que jamás olvidarán una noche así. A Leo, por ejemplo, se le removieron los demonios que sufrió en Anfield, mientras Ney descubrió que se fue a París en busca de la gloria y se topó con la miseria futbolística. Mbappé no entendía nada. Estaba en el lugar donde no debía estar. Marcó un gol y le anularon dos sin comprender la magnitud de la depresión.

"La camiseta, el escudo, el estadio, el equipo... Eso nos impidió rendirnos. Ha sido una noche mágica, la segunda parte ha sido antológica. El equipo ha tenido mucha personalidad", ha declarado Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Madrid.

Y llegó el caos

Nueve de marzo del 2022. La noche en que el Paris SG supo que Europa es un territorio prohibido por la torpeza de su portero, Donnarumma se enredó con los pies, y la ineficacia de su trío de genios en la delantera. Abandonó Messi en silencio el césped. Como Mbappé. Como Neymar.

Devorados los tres por ese tremendo error del guardameta del Paris SG, el prólogo a esos enloquecedores minutos en que protagonizó un derrumbe histórico. Sobrevivió en París. Sobrevivió el Madrid en la primera parte del Bernabéu. Y después, el caos. En 17 minutos, tres goles de Benzema certificaron la defunción del equipo parisino. Y quien sabe de ese proyecto que se ha visto que no es capaz de imponer su hegemonía más allá de Francia. A veces, ni en su país. Pochettino era, y será, el fusible más sencillo de liquidar, pero no bastará con eso porque ni con 1.000 millones de euros en fichajes le vale al PSG para ceñirse la corona europea.

"No es error, es presión"

"Esta victoria es para ellos, necesitábamos a nuestra afición, lo merecíamos. Perdíamos en la ida, perdíamos en el descanso 0-1, pero esta afición nos ha empujado para darlo todo", declaró luego Benzema, el autor de los tres goles blancos, intentando explicar con palabras lo que no tiene explicación alguna.

"Esa presión que habíamos entrenado toda la semana nos salió en el primer gol y el partido cambió totalmente, con la atmósfera del estadio"

Carlo Ancelotti - Entrenador del Real Madrid

"La fuerza mental ha sido clave. No es un error de Donnarumma, es la presión de todo el equipo", argumentó el delantero francés, elegido, como no podía ser de otra manera, el mejor jugador del partido en el que se derrumbó lo que quería ser el nuevo orden del fútbol europeo.

"Ha sido una noche espectacular, pero hemos sufrido en la primera parte. Hemos arriesgado un poco quedando uno contra uno con Mbappé", ha revelado Ancelotti. "Esa presión que habíamos entrenado toda la semana nos salió en el primer gol y el partido cambió totalmente, con la atmósfera del estadio", ha reconocido el técnico italiano.

"Cada partido es una final para nosotros. Hemos demostrado que el Madrid está vivo"

Karim Benzema - Delantero del Real Madrid

"Cada partido es una final para nosotros. Hemos demostrado que el Madrid está vivo", subrayó Benzema, capaz de eclipsar a su compatriota Mbappé, faro de un equipo sin alma alguna, atrapado por esa irracionalidad que se lo llevó por delante. A él, a Messi, desaparecido en los minutos posteriores al 1-1, a Neymar, ni rastro de ese brasileño que abandonó el Camp Nou para ser el dueño del trono mundial y no aparecer ya ni en la lista de los 10 mejores.

En el Bernabéu quedaron para siempre las cenizas del PSG, un equipo que jamás fue un verdadero equipo. Y acabó siendo un drama.