El fiscal aseguró al tribunal que existe “un cúmulo, una cascada” de “elementos probatorios” que acreditan que Santi Mina habría cometido los hechos por los que se le enjuicia en la Audiencia Provincial de Almería y mantuvo la petición de 8 años de cárcel como presunto autor de delito de agresión sexual. “Sinceramente, se me hace difícilmente comprensible que, con todos estos elementos, se pueda pensar que estos hechos no han ocurrido, cómo se puede articular que miente la víctima, y no alcanzo a entender cómo se puede llegar en este caso a una sentencia absolutoria”, dijo durante el trámite de informes de la vista oral contra Mina y Goldar, a quien solo sienta en el banquillo la acusación particular en calidad de cooperador necesario.

Ante la sala, el fiscal Miguel Blasco indicó que, una vez “constatada” la presencia de ADN de Santi Mina en la exploración ginecológica, solo quedaba establecer si el 16 de junio de 2019 en el interior de una furgoneta estacionada en las inmediaciones de una discoteca de Almería, el “acceso carnal” se produjo “con pleno consentimiento o sin consentimiento”. “La violencia se produjo, no solo por la falta de consentimiento, que no fue tácita, sino que fue expresa, sino también porque el acusado actuó de forma sorpresiva, inesperada, imprevisible”, remarcó para preguntarse a continuación si “hay algo más violento que cometer esa acción de esa manera”.