El Mallorca de Javier Aguirre sacó fuerzas de flaqueza en Son Moix para romper la racha de siete derrotas seguidas y se mantiene en la lucha por la permanencia al sumar tres puntos vitales ante un Atlético de Madrid fallón y al que pudo pesarle el compromiso del próximo miércoles ante el Manchester City en el Wanda Metropolitano.

El debut del técnico mexicano ante la afición bermellona no pudo ser más triunfal con el gol de penalti del kosovar Vedat Muriqi en la segunda parte. Su equipo estaba en zona de descenso tras siete derrotas consecutivas, encadenaba cuatro meses encajando goles y sumaba 53 días sin celebrar un gol con su afición.

La visita a la isla era incómoda para los colchoneros. Tan importantes eran los tres puntos para seguir luchando por la segunda plaza en Laliga, como remontar el 1-0 del Manchester City en el Wanda Metropolitano con el objetivo de seguir vivos en la Liga de Campeones. Pero el Atlético falló en Son Moix, el escenario que parecía más asequible.

Empezó mejor el Atlético, monopolizó el control del esférico pero se topó con un rival que se estaba jugando la vida y lo demostró igualando la intensidad visitante. Y se fajó como tal, impulsado por el aliento incesante de sus aficionados.

Los dos equipos salieron con más ambición en la reanudación. Oliván obligó a Oblack a una gran intervención en el primer minuto, y después la tuvieron Muriqi, que no llegó a cabecear un balón claro y Kubo, sustituto de Lee en la segunda parte. Pero el que marcó fue Muriqi, en el 67, de penalti.