El Atlético roza la próxima Champions tras ganar a un Real Madrid plagado de suplentes

El derbi del Metropolitano dejó de importar al Madrid, si lo hizo en algún momento, cuando saltó al campo y confirmó que el Atlético desperdiciaba una gran oportunidad de mostrar señorío. Al final el pasillo lo hizo Ancelotti, que puso un once más propio de pretemporada, y sus jugadores lo confirmaron con una indolencia esperada. La relajación se tradujo en ocasiones desperdiciadas por Correa, Carrasco y Cunha que confirmaron la falta de gol de los de Simeone. Enfrente un Madrid trotón que se atrincheró atrás y se olvidó de atacar.

El VAR abre la lata

El pachanguero ritmo de los madridistas terminó contagiando a los rojiblancos, que arrancaron el duelo con solo tres puntos más que el Betis en su lucha por la Champions. Necesitaban ganar para abrir distancia en las tres jornadas que faltan, pero solo Kondogbia y Carrasco mostraban cierta intensidad. Dominaban los locales, pero su impericia ofensiva desesperaba a su parroquia hasta que en el minuto 37 una carrera de Cunha terminó con el brasileño en el suelo. El árbitro no indicó penalti, pero el VAR se apuntó a la fiesta y le rectificó, advirtiendo un pisotón al delantero, cuando este ya iba camino del suelo. Carrasco lo aprovechó para adelantar al Atlético ante un Madrid que no compareció en la primera parte. 

La segunda parte comenzó con un aspecto más reconocible: los madridistas trataban de imponer su juego con la pelota en los pies, y el Atlético, agazapado atrás, defendía el uno a cero. Ante un Madrid faltó de tensión, solo los rojiblancos podían complicarse la vida. Y con Benzema, Vinicius o Modric esperando su turno en el partido más le valía al Atlético dar la puntilla a los blancos y al derbi... Algo debió olerse un Simeone, que puso en el campo a Griezmann y no dejaba de desgañitarse en la banda. Marcos Llorente y Cunha perdonaron la vida a los blancos y el partido se fue abriendo para inquietud local.

Carletto fue poniendo toda la carne en el asador (Modric, Valverde, Vinicius...) y el Atlético no era capaz de sellar el triunfo. Con veinte minutos por delante el duelo cada vez estaba más comprometido para los locales. Valverde avisó en dos ocasiones y respondió Griezmann, que no marca desde enero, con otras dos muy claras. Fuego cruzado. Carrasco la mandó al palo con el Metropolitano encendido y Oblak salvó el triunfo en el 88. Al final los locales se llevaron el gato al agua, con enorme sufrimiento, en un partido en el que hubo pasillo, pero de Ancelotti y del VAR al Atlético.