Una exhibición de fútbol y de poderío ofensivo de un Real Madrid que recupera sensaciones de cara a la final de la Liga de Campeones, sentenció el descenso del Levante a Segunda cinco años después, en un duelo repleto de agonía ante el vendaval del campeón (6-0), el día que Vinícius firmó su primer triplete y Benzema se convirtió en el segundo máximo goleador de la historia del club blanco.

El duelo presentaba la angustia de la supervivencia de un Levante que reaccionó tarde en su temporada, contra la búsqueda de tensión de un Real Madrid que no se puede dejar llevar o le pasará factura ante el Liverpool. Tras la concesión del Metropolitano recuperó una identidad demoledora. Enterró cualquier atisbo de esperanza levantinista en un primer acto primoroso. Al ritmo de Luka Modric, que repartió tres asistencias e interpretó el fútbol con una maestría que nunca caducará. Por muchos años que cumpla.

Con los tempraneros goles de Mendy y Benzema el descenso ya era una realidad y al Levante le restaban 70 minutos agónicos, tiempo suficiente para que pasasen por la cabeza de sus jugadores todos los errores cometidos en la temporada y les afectase en el partido.

En fase ofensiva no le costaba nada al equipo de Ancelotti crear acciones de mucho peligro con una precisión de cirujano. Rodrygo aumentó la ventaja del Real Madrid antes de que Vinícius, con un triplete, ampliara la goleada hasta el 6-0 definitivo.