“¡Mira Sancho, mira cuántos gigantes”, le decía don Quijote a su fiel escudero, confundido con molinos de viento y cargando contra enemigos imaginarios. No será el caso del Leyma. El gigante para él es de verdad. En todos los sentidos. Los naranjas ya han cumplido el primero objetivo de la temporada, que era clasificarse para el play off de ascenso a la ACB. Ahora les queda dar un paso más, colarse en la final a cuatro. Y a partir de ahí, soñar. Pero hay que poner los pies en la tierra. Será necesario, más que nunca, para superar la eliminatoria de cuartos de final contra el Girona, el equipo al que todos querían evitar porque la presencia de Marc Gasol lo condiciona todo. Superado el año pasado el gafe de los cuartos de final tras imponerse al Oviedo, el conjunto coruñés va a por más. La serie será al mejor de cinco partidos, lo que introduce factores como la dosificación de esfuerzos y más encuentros fuera de casa, una auténtica pesadilla este curso para los de Sergio García ya que de sus quince derrotas del año, diez fueron lejos de A Coruña. Los dos primeros duelos serán en Girona, hoy (20.30 horas) y el sábado. Los dos siguientes, jueves 2 y sábado 4, en A Coruña —el cuarto si fuera necesario—. Y si se llega al quinto y definitivo, Fontajau será el escenario (jueves 9). Estudiantes-Valladolid, Lleida-Cáceres y Palencia-Oviedo completan los enfrentamientos de los que saldrán los cuatro aspirantes al segundo billete para la ACB. El primero ya es del Granada, campeón de la fase regular.

Zaid Hearst, nuevo jugador del Leyma. | // VÍCTOR ECHAVE

Nadie espera una eliminatoria corta por más que el favoritismo, sobre el papel, recaiga sobre los gerundenses porque son los que tienen el factor pista a favor. Los precedentes de esta temporada ya están igualados. El Leyma ganó en Girona (68-80) y los catalanes vencieron en A Coruña (72-96). La victoria naranja a domicilio tiene el asterisco de que se produjo cuando Marc Gasol todavía no se había decidido a vestirse de corto —también se han incorporado a mitad de curso Txemi Urtasun y Máximo Fjellerup—. Y la derrota, el consuelo de que peor que aquel día en el Palacio de los Deportes de Riazor no se puede hacer. Además, también el Leyma está reforzado. Augustas Peciukevicius, por ejemplo, en el primero de los partidos aún no estaba recuperado y en el segundo acababa de regresar a las canchas tras más de un año lesionado. Además el club coruñés acaba de incorporar a Zaid Hearst como refuerzo estelar para el play off. Hace una semana el estadounidense con pasaporte nigeriano estaba jugando con el Alicante, con el que precisamente cerró la liga contra el Girona —y marcó 15 puntos en la derrota valenciana— y ahora se intenta aprender a marchar forzadas el sistema de juego de Sergio García para sumar en un puesto que se había quedado huérfano por las lesiones de Álex Hernández y Zach Monaghan —este último no descartado, de hecho viajó con el equipo— y la marcha de Kadre Gray.

La magnitud de Marc Gasol, sin embargo, lo eclipsa inevitablemente todo. Campeón el mundo y de Europa con la selección española. Campeón de la NBA. Su palmarés y magnitud como jugador están muy por encima del nivel de la liga. Solo su presencia es un atractivo para público, que llena los polideportivos, y rivales. Y a su equipo le cambió completamente la cara. Cuando él decidió bajar del despacho a la cancha, el Girona llevaba una racha de siete derrotas seguidas. Era la jornada diez y de ahí hasta el final solo perdió seis partidos más y de ellos, la mitad, tres, sin la participación de su estrella, que estuvo lesionado unas semanas. Es decir, con él en la pista, el balance es de 16 victorias y solo 3 derrotas —Estudiantes, Girona y Palma— y sin él, completamente al contrario: 5 triunfos y 10 partidos perdidos. Es más, si la liga hubiese empezado en la jornada diez, a partir de la cual los catalanes tuvieron un balance de 19-6, casi hubiesen ascendido de forma directa. La liga hubiese terminado con empate entre ellos y el Granada, con el basquetaveraje favorable a los andaluces —que en la primera vuelta tampoco se enfrentaron a Gasol—.

“Es evidente que hay un jugador que lo condiciona todo, como es Marc Gasol, defensivamente y ofensivamente”, reconoce el entrenador del Leyma Sergio García. “No es de esta categoría. Hace nada estaba ganando un anillo de la NBA, era el mejor defensor de toda la NBA, hizo salto inicial en un all star... Estamos hablando no de un jugador normal, evidentemente claro que lo condiciona”, continúa a la vez que advierte que el rival es mucho más: “Jugamos contra Girona, no contra Gasol. Es un equipo que tiene muy buenos jugadores a parte de él y va a exigir nuestra mejor versión para poder ganar”. Para el técnico la clave pasará por “avivar” el partido. “Ellos van a querer jugar a su ritmo, y nosotros vamos a tener que buscar nuestras armas e intentar sacarles de ese ritmo de tanto control que van a pretender para avivar el partido, intentar convertirlo en situaciones más rápidas que a nosotros nos pueden beneficiar. Serán partidos más físicos, más de contacto, y en los que proteger la pintura y estar sólidos en el rebote se antojan claves para poder sacarlos”, añadió el vasco.