Los Golden State Warriors se impusieron por 120-110 a los Dallas Mavericks en el quinto encuentro de la final de la Conferencia Oeste, para poner el 4-1 definitivo en la serie y sentenciar al equipo del esloveno Luka Doncic, por lo que los de Steve Kerr avanzan a su sexta final de la NBA en ocho años.

Curry, Thompson, Green y compañía acabaron con el sueño de Dallas, que se escudó en un Doncic estelar en el tercer cuarto para seguir creyendo en un milagro que finalmente fue imposible. El núcleo duro de los de San Francisco, con Kerr a la cabeza, meten a los Warriors en la historia y se convierten en el cuarto equipo —ya lo hicieron los Bulls de Jordan en los 90, los Lakers de Johnson en los 80 y los Celtics de Russell en los 50— en disputar seis finales en ocho temporadas.

Golden State vuelve a las finales tres cursos después tras un partido en el que los rebotes —51 para Warriors, por los 34 de Dallas— fueron clave para la victoria de los de Curry, que no tuvo su noche más brillante. El base anotó 15 puntos y repartió 9 asistencias, mientras que Thompson fue el máximo anotador del encuentro (32).