Acabó el Giro de Italia que coronó a Jai Hindley como el primer australiano que ganaba la carrera. Solo existía el precedente de Cadel Evans, en el Tour y en 2011, como vencedor de una gran vuelta entre los corredores de su país. 26 años recién cumplidos, con la Vuelta como próximo objetivo y uno de los pocos ciclistas anglosajones que no ha cambiado la residencia de Girona por la de Andorra en época de competición.

Terminó un Giro falto de emoción en demasiadas etapas que ha tenido un sabor agridulce para el ciclismo español. No se han ganado etapas y ya van casi 100 entre Giro, Tour y Vuelta desde que Ion Izagirre se llevó el triunfo en Formigal, en la ronda española de 2020.

En cambio, se ha logrado el podio de Mikel Landa, tercero tras una contrarreloj final muy decepcionante, la quinta plaza de Pello Bilbao y, sobre todo, la décima posición acompañada por la victoria en la clasificación de los jóvenes de Juanpe López tras haber sido líder de la carrera. Juanpe (24 años) es un valor en alza del ciclismo español entre los corredores jóvenes.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la clasificación de los menores de 25 años del Giro, recompensada con la ‘maglia blanca’, habría sido para Joao Almeida si el portugués no se retira tras un positivo por covid. Por ello hay que hablar de sabor agridulce con un papel muy flojo del Movistar, siempre entregado a los brazos y los pedales de Alejandro Valverde, a quien no se le puede exigir nada; 11º de la general, en el año de su retirada.

Landa fue el artífice español de este Giro. Pero como siempre suele suceder en su caso, en el momento determinado le faltó el punto clave para aspirar a algo más que una tercera plaza que ya logró en 2015. Y aunque duela escribirlo si no ha conseguido la victoria con 32 años en este Giro, y apenas contrarreloj, difícilmente lo logrará en un futuro.

Ha terminado un Giro animado por Mathieu van der Poel, uno de los genios del ciclismo contemporáneo, como el artista al que siempre se espera en el escenario de un teatro aunque no sea el actor principal. Se especuló con que pudiera abandonar antes del tramo final de montaña pero aguantó hasta el final, hasta para luchar este domingo por el triunfo en la ‘crono’ que se llevó el italiano Matteo Sobrero. Y estará en el Tour, bien amado sea, junto a Wout van Aert, el otro fuera de serie, ausente del Giro, y quien posiblemente, atención, participará en la Vuelta.

Y ha acabado un Giro con un diseño erróneo por mucha montaña que hubiese en su recorrido. La segunda semana fue infumable. No se puede calificar de otra forma. La mitad de las etapas han acabado en fuga sin que hubiese lucha entre los líderes de la general, siempre a rueda y con nulos ataques en una ronda italiana que se decidió en los tres kilómetros finales de la Marmolada. Por el bien del ciclismo que lo corrijan el año que viene, gane quien gane, incluso sea Hindley, por supuesto el más listo de la clase del Giro 2022.