El FC Barcelona finalmente no entrará en LaLiga Impulso. Al menos, a día de hoy, pese al principio de entente al que se llegó el pasado lunes y que precipitó la convocatoria de asamblea. ¿El objetivo? La venta del 49,9% de BLM, gestora de las tiendas del club, una operación clave para ir revirtiendo las pérdidas de 2019 a 2021, y la cesión de hasta un 25% de los derechos de televisión, que apoyaría ese primer objetivo, pero, al mismo tiempo, daba algo de oxígeno a la dirección deportiva para este verano. Sin ese margen adicional que daba aceptar la propuesta de LaLiga y CVC, ¿qué verano podemos esperar?

La junta de Joan Laporta ya dijo no a esta fórmula el año pasado porque, si bien esos 270 millones son necesarios, le parecía excesivo que llegaran en forma de deuda y a un plazo tan largo de cesión de derechos. Y en el caso del club puede tener razón porque sí dispone de acceso a financiaciones a largo plazo que otros equipos pequeños y medianos no. Y eso no ha cambiado, pero poder destinar 40,5 millones a fichajes este verano sin necesidad de liberar antes masa salarial era (y es) un caramelo importante.

Dicho de otro modo. Aceptar LaLiga Impulso daba a la dirección deportiva la opción de poder cerrar determinadas incorporaciones ya, dando certeza a los futbolistas con los que se ha comprometido sin tener que esperar a que haya salidas. Y, en este punto, no hay que olvidar que el Barça necesita generar 688 millones de euros en beneficios para compensar las pérdidas antes de impuestos en pandemia y que esa mochila no afecte a su límite salarial. Un escenario que, incluso vendiendo BLM y un porcentaje mayor de la televisión, exigirá vender futbolistas para que el verano de 2023 sea más normal.

Y este verano, ¿qué? Con la actual normativa, Mateu Alemany necesita generar entre 120 millones y 160 millones de euros en ahorros de sueldos y plusvalías de traspasos para obtener un margen equivalente al que daba LaLiga Impulso. ¿Se conseguirá? Veremos, porque Dembelé no cuenta como ahorro al haber finalizado contrato, Griezmann sólo dará margen adicional si se cierra su venta y con Coutinho se cuentan sus 20 millones de traspaso, pues el sueldo ya se usó para liberar en 2021-2022. De ahí que se hable de una drástica rebaja salarial que no se ha producido en tres años, cartas de libertad y traspasos forzosos.

Y no me parece mal si, como en verano de 2021, se prioriza el ir encauzando la situación económica antes que la deportiva. El mercado será largo, así que paciencia, la misma que habrá que pedir a los que podrían llegar libres.