La pugna por ser el más grande de todos los tiempos definitivamente es cosa de dos. Casi descartado Roger Federer con 20 títulos de Grand Slam, retirado temporalmente de las pistas por las lesiones y que le han hecho pasar tres veces seguidas por el quirófano para tratar de arreglar su rodilla izquierda, ya solo quedan Rafael Nadal y Novak Djokovic.

Con su triunfo ante el noruego Casper Ruud, en su decimocuarto título en Roland Garros, el campeón mallorquín eleva a 22 los entorchados en torneos grandes, dos más que un Djokovic que empieza a luchar contra el reloj para que su gran rival no se le escape definitivamente.

Nadal, que por primera vez en su carrera ha ganado los dos primeros grandes del año, Abierto de Australia en febrero y Roland Garros, se ha encontrado con una situación inesperada a final del pasado año. Desde la semifinal en París que perdió en 2021 ante Djokovic, el mallorquín ha estado prácticamente parado por la lesión en el escafoide de su pie izquierdo. Obligado a renunciar a Wimbledon y a los Juegos de Tokio, el tenista de Manacor se sometió en septiembre a un tratamiento en su pie izquierdo que le obligó a guardar reposo.

Mientras eso sucedía, Djokovic, que consiguió su segundo Roland Garros ante el griego Tsitsipas y su vigésimo título de Grand Slam, desperdició en el US Open la oportunidad de deshacer el empate a veinte entre el Big Three al caer ante el ruso Daniil Medvedev por un triple 6-4.

Ciento treinta y tres días después de jugar su último partido, en Washington en agosto, Nadal reaparece el 17 de diciembre en Abu Dabi, con derrota ante Andy Murray. Empieza el año y se anota el ATP 250 de Melbourne. Y debuta en Australia sin excesivas expectativas, pese a la ausencia de Djokovic al ser expulsado del país por el Gobierno australiano al no haberse vacunado de coronavirus.

Tras ganar en segunda ronda al alemán Yannick Hanfmann, se sincera en rueda de prensa sobre su lesión: “Tengo un problema ahí debajo que no tiene solución. Si llega un momento que el dolor supera todo lo demás y te quita la ilusión de lograr los objetivos, es el momento de pensar en otras cosas”.

En otra final épica, sumó su segundo Australia en cinco sets ante Medvedev. Y ha llegado el vigesimosegundo grande, dos de ventaja sobre un Djokovic que se toma Wimbledon como una gran final para seguir vivo en la carrera por ser el mejor de la historia.

Marc López, la pieza que faltaba

Marc López pasa por ser el mejor amigo de Rafael Nadal, dicho por el propio tenista de Manacor. Pero si desde el pasado mes de diciembre forma parte del cuerpo técnico que le prepara y asesora, junto a Carlos Moyá y Francis Roig, no es por la amistad que les une, sino por su larga experiencia en el mundo del tenis profesional. El nuevo integrante del equipo de Nadal, conocido por su entorno más próximo como Bolet, por su figura redonda cuando era niño, se ha convertido en un talismán. Un mes después de integrarse al grupo, el manacorí se imponía en el Abierto de Australia al derrotar en la final al ruso Daniil Medvedev en cinco sets y cinco horas y media de partido. Y unos meses después levanta su segundo gran título como entrenador con el triunfo en Roland Garros. Dos de dos para Marc López. Campeón olímpico en Río 2016 en dobles formando pareja con Nadal, López se retiró oficialmente del tenis el pasado 3 de mayo en el Mutua Open de Madrid, a los 39 años. Ganador también en Roland Garros, junto a Feliciano López en 2016, sin duda su gran año, Nadal se deshizo en elogios hacia su amigo con la medalla de oro en Río recién colgada al cuello.