La estadounidense Katie Ledecky agigantó todavía más su leyenda al conquistar su decimoséptima medalla de oro en una cita universal, la segunda en los presentes Mundiales de Budapest, tras imponerse este lunes en la final de los 1.500 libre.

Un extraordinario registro que no impidió, sin embargo, que Ledecky, la indiscutible "reina" de la natación, tuviera que compartir el protagonismo con el italiano Thomas Ceccon que logró el primer récord del mundo de estos campeonatos, al establecer una nueva plusmarca de los 100 espalda con un tiempo de 51.60 segundos.

Marca que no sólo sirvió al nadador transalpino, de 21 años, para colgarse la medalla de oro, sino para hacer olvidar la ausencia de los rusos Evgeny Rylov y Kliment Kolesnikov, oro y plata en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, ausentes de la capital magiar por las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.

Sin la presencia de los dos espaldistas rusos el triunfo parecía destinado al estadounidense Ryan Murphy, el vigente plusmarquista universal, que buscaba en Budapest su primer título de campeón del mundo en una prueba individual.

Un favoritismo que Murphy, que logró el doblete en los 100 y 200 espalda en los Juegos de Río 2016, se empeñar en un trepidante primer largo que situó al norteamericano al frente de la prueba con una ventaja de 12 centésimas sobre Ceccon.

Diferencia que el italiano enjugó por completo con un sensacional volteo que le permitió afrontar en la primera posición un último largo en el que Ceccon voló para arrebatar no sólo la medalla de oro, sino también el récord del mundo a un Ryan Murphy, que tuvo que conformarse, otra vez más en un Mundial, con la medalla de plata.

El italiano Thomas Ceccon. Reuters

Ledecky no encuentra rivales en Budapest

Un metal que parece no entrar en los planes de la estadounidense Katie Ledecky en los Mundiales de Budapest, en los que suma ya dos oros, tras añadir el triunfo que cosechó el pasado sábado en los 400 libre la victoria lograda este lunes en la final de los 1.500.

Si en los 400 libre la norteamericana no encontró rival en su camino hacia la medalla de oro, mucho menos en los 1.500, tal y como demostraron los más de 4 segundos en los que aventaja a su compatriota Katie Grimes en los primeros 500 metros, que Ledecky nadó por debajo de su propio récord del mundo.

Diferencia que no dejó de crecer, pese a que Ledecky aminoró notablemente su ritmo, hasta alcanzar los más de 14 segundos por los que la norteamericana, que firmó un crono de 15:30.15 minutos, se impuso a la jovencísima Grimes, de tan sólo 16 años.

Popovici anuncia su futuro como superestrella

Uno menos de los que cuenta el rumano David Popovici, que a sus 17 años, confirmó las expectativas que le sitúan como la próxima gran estrella de la natación mundial, al coronarse nuevo campeón del mundo de los 200 libre con un crono de 1:43.21 minutos, la quinta mejor marca de todos los tiempos.

Sólo el plusmarquista universal, el alemán Paul Bidermann, que logró en el año 2009 unos estratosféricos 1:42.00 minutos con un bañador de poliuretano, el estadounidense Michael Phelps (1:42.96) y el francés Yannick Agnel (1:43.14) han nadado en la historia más rápido que Popovici.

Y es que el rumano, que ya entró en la final con el mejor crono de todos los participantes, tuvo que nadar más rápido que nunca para imponerse en una final de los 200 libre, que a día de hoy es posiblemente la más competida del programa natatorio.

Hecho que realza todavía si cabe el triunfo de David Popovici que aventajó en 1.26 segundos al surcoreano Sunwoo Hwang, otro proyecto de superestrella, que se colgó la medalla de plata con un crono de 1:44.47, y en 1.77 al británico Tom Dean, el vigente campeón del mundo, bronce con 1:44.98.

Regan Smith se impone a Kylie Masse en un vibrante duelo

Si los 200 libre masculinos era una prueba señalada en rojo, no menos expectativas generaba la final de los 100 espalda femeninos, pese a la ausencia de la australiana Kaylee McKeown, la vigente campeona olímpica y plusmarquista universal, que renunció a participar en las series para centrarse en los 200 estilos.

Baja que no impidió vivir un vibrante duelo entre la estadounidense Regan Smith, bronce en Tokio, y la canadiense Kylie Masse, plata en la capital japonesa, que se decantó por 18 centésimas a favor de la estadounidense, que se colgó el oro con un tiempo de 58.22 segundos.

Pilato logra el oro en la resurrección de Meilutyte

Por su parte, Benedetta Pilato prolongó la fiesta italiana en el Duna Arena tras coronarse con un tiempo de 1:05.93 nueva campeona del mundo de los 100 braza, en una final que supuso el renacimiento de la lituana Ruta Meilutyte.

La nadadora lituana, que con tan sólo 15 años se proclamó campeona olímpica en los Juegos de Londres 2012, volvió siete años después a un podio mundial tras colgarse la medalla de bronce en una final en la que decepcionó la estadounidense Lilly King, que pese a partir como máxima favorita, sólo pudo ser cuarta.