El español Carlos Alcaraz solventó una trampa de primera ronda, contra un Jan-Lennard Struff que venía en un pésima estado de forma, pero que complicó el debut del español en el torneo y le empujó hasta el límite (4-6, 7-5, 4-6, 7-6 (3) y 6-4). Alcaraz venía a Wimbledon sin partidos previos en hierba y estuvo cerca de pagar la novatada contra un Struff que, pese a que ha perdido doce de sus últimos trece partidos, tiene un juego que se adapta a la perfección a esta superficie. A base de utilizar su potente saque y acortar los puntos, metió en un problema a Alcaraz, cuyo intento de alejar los favoritismos durante la semana pasada cobró sentido cuando el alemán amenazó con eliminarle. El murciano necesitó del paso de los minutos para hacerse a las condiciones de la pista y acabó ganando, pero con sufrimiento.