La ampliación de aforo en un 23%, para pasar de los 32.490 actuales a los 40.000 asientos que exige la FIFA, es requisito ineludible para que el estadio de Riazor pueda ser sede del Mundial 2030, que España aspira a organizar con Portugal. Pese a incumplir ahora este requisito, Riazor ha superado la primera criba de aspirantes, con la capacidad de público como único escollo.
La Federación Española de Fútbol ha dejado claro que alcanzar los 40.000 espectadores es imprescindible para estar entre las elegidas. Al plantearle la precandidatura de Riazor y Balaídos, el vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, solicitó al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que tuviese en consideración “la importancia de flexibilizar los requisitos FIFA a efectos de posibilitar la candidatura, a través de las entidades locales titulares de dichos estadios”. Pero la Federación ha advertido al Gobierno gallego que esos requisitos los marca directamente la FIFA y no se pueden alterar. Al encontrarse el proceso en una fase inicial, la Federación da la posibilidad a los aspirantes que incumplan las condiciones exigidas por FIFA, como Riazor y Balaídos, a continuar adelante siempre que se comprometan a realizar las reformas necesarias para cumplirlas, lo que obligaría a Riazor, al igual que al estadio vigués, a ampliar su aforo.
El próximo jueves día 14 los representantes del Concello de A Coruña, Real Club Deportivo y de la Xunta conocerán los requisitos técnicos exigidos para convertirse en sede del Mundial 2030. Ese día se celebrará una reunión en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con todos los organismos afectados, incluidos el resto de estadios aspirantes a ser sede mundialista en 2030. Camp Nou y Cornellá, en Barcelona; Santiago Bernabéu y Metropolitano, en Madrid; La Cartuja de Sevilla (57.619); Mestalla, en Valencia; y San Mamés, en Bilbao, cumplen el requisito de aforo al tener capacidad para un mínimo de 40.000 espectadores. Otros aspirantes, como Riazor y Balaídos, incumplen en la actualidad este requisito: Nueva Condomina de Murcia (31.179 asientos); Estadio de Gran Canaria de Las Palmas (32.400); La Rosaleda de Málaga (30.044); Anoeta de San Sebastián (39.500); La Romareda de Zaragoza (33.608); y El Molinón de Gijón (30.000).
Riazor necesita ampliar su capacidad en más de un 23%, lo que supone una obra de consideración en un estadio que ha sufrido diferentes remodelaciones desde 1982 hasta acabar en lo que es en la actualidad. El Ayuntamiento está “interesado” en que A Coruña vuelva a ser sede de un Mundial, como ya sucedió hace cuarenta años, aunque todavía no tiene ninguna estimación ni calculo de la inversión que tendría que realizar apara acometer las mejoras que exigiría la FIFA. De todos los requisitos se enterará el próximo jueves en la reunión a la que asistirá a Madrid Gonzalo Castro, jefe de gabinete de la alcaldía, en compañía de un representante de la Xunta, que es el organismo que sirve de interlocutor con la RFEF, y de otro que acudirá en nombre del Deportivo. En ese encuentro conocerán las condiciones que tienen que aceptar para aspirar a ser sede; posteriormente la Federación elegirá a las once que propondrá España -las otras tres son de Portugal- y después habrá que esperar a la resolución de la FIFA, que será en 2024.
España y Portugal se han asociado en la conocida como candidatura ibérica al Mundial 2030. Compiten con un conglomerado sudamericano (Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile) y con Marruecos. Que el Mundial se dispute en Estados Unidos, Canadá y México en 2026 apuntaría en principio a la orilla este del Atlántico. Uruguay agita la baza de cuna de la Copa en el año de su centenario. Marruecos publicita su condición de país emergente. España y Portugal se sienten favoritas.
El ministro de Cultura y Deportes, Miguel Iceta, animó el 14 de junio a las comunidades autónomas a que presentasen sus propuestas. Remitía el documento base de requisitos y fijaba la fecha límite en el 4 de julio. La Secretaría de la Vicepresidencia Segunda de la Xunta remitía esta documento al Concello de A Coruña y al de Vigo, que finalmente se sumó a la carrera, el 7 de julio. Diego Calvo, enviaba ese mismo día al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, otra misiva. En ella le recordaba que Vigo y A Coruña habían participado en el Mundial en 1982 y que Riazor hubiera acogido el Mundial de Clubes de 2001 si se hubiera celebrado. Con este y otros argumentos le pedía a Rubiales que flexibilizase los requisitos. Sin mencionarlo, preocupa el aforo de 40.000 espectadores, que ni Balaídos ni Riazor cumplen. Rubiales contestó el 8 de julio. No puede modificar los requisitos, que fija directamente la FIFA. Anima a realizar las reformas necesarias.
El estadio de Riazor data de 1944 y fue totalmente reconstruido con motivo del Mundial de 1982, que redujo el aforo de 37.000 a 28.000 espectadores. A partir de 1995 se acometen nuevas remodelaciones, la primera de ellas consiste en cerrar el estadio y eliminar las pistas de atletismo. Con la irrupción del Deportivo en las competiciones europeas, en especial en la Liga de Campeones, el club solicitó nuevas mejoras que el Ayuntamiento acometió hasta dejar el estadio en lo que es en la actualidad.
