No hay mejor manera para olvidar una derrota que una goleada. Así le pasó al Liceo, que dejó atrás la decepción de perder en Cerdanyola hace una semana al superar por 5-2 al Mataró, un triunfo que además le sirve para hacerse fuerte en el Palacio de Riazor. A las verdiblancas les quedan dos partidos antes del parón y los dos son palabras mayores: Palau el próximo sábado y el Telecable cuatro días después. Tras una victoria se afronta mejor el reto.

También motiva el hecho de que el conjunto dirigido por Stanis supo reaccionar al toque que supuso la derrota anterior. El Mataró era un rival complicado porque había ganado sus dos partidos y venía de vencer al potente Manlleu. Pero en A Coruña se vio sometido por la enorme defensa que planteó el Liceo, que a partir de la posesión empezaba a trazar un ataque en el que los pases horizontales al centro del área creaban mucho peligro.

María Sanjurjo abrió el marcador y fue clave que Alba Garrote anotase la directa tras la azul a Naranjo. Necesitan las verdiblancas su magia. Nada más abrirse el segundo tiempo Marlena Rubio amplió la cuenta y sentenció Cris Diz justo después de que el Liceo viviera un momento crítico con la azul a Rubio y la inferioridad. Caretta detuvo la directa, aunque después no pudo con el penalti de Almirall. Sanjurjo completó la manita y Almirall maquilló en el último minuto.