Hubo un tiempo en el que el Atlético de Simeone era un equipo feroz y vertical. Un rival que insuflaba vértigo a los partidos hasta descoser a los contrarios. Eso le llevó a ganar muchos encuentros y varios títulos. Pero los colchoneros se han aburguesado en los últimos tiempos y son ahora más perezosos, lo cual no quiere decir que no mantengan en su catálogo ese recurso que en otro tiempo fue el ABC de su fútbol de contragolpe. San Mamés fue testigo de ello en una lucha notable de la escuadra de Simeone en la que Griezmann coronó el trabajo de sus compañeros.

Vértigo y controversia

Llegaban los de Cholo a la Catedral para medirse al Athletic de los Williams, un equipo que llena el depósito con keroseno. No hay otro más directo ni más afilado en la liga, con la velocidad de los hermanos sacando brillo a estas estampidas. Valverde, técnico inteligente donde los haya, ha entendido que con esta plantilla joven y ofensiva el intercambio de golpes es el mejor escenario posible. Un fútbol lleno de brío que su afición celebra, independientemente del resultado. Ante el Atlético alumbró otro partido de ida y vuelta en el que los del Metropolitano no se sintieron incómodos. Pudo marcar Iñaki de cabeza en el enésimo error grosero de marca de los centrales colchoneros. Pero fue Morata quien lo hizo tras perseguir un pelotazo en el que trastabilló involuntariamente a Iñigo Martínez y luego batió con mucha sangre fría a Unai Simón. Gol que el VAR anuló controvertidamente por una de esas faltas sinqueriendo.

Griezmann, liberado de la cláusula que le condenaba a jugar media hora por partido, se ha echado al Atlético a la espalda en los últimos partidos. Con su inteligencia lee como nadie los partidos y pone pausa donde hay vértigo y vértigo donde hay bostezos. En San Mamés Antoine se echó atrás a pedir la pelota y superar líneas de presión con paredes con Lemar que desarmaban a los Leones. Morata se movía en el alambre, y aunque no terminaban de generar ocasiones, comenzaban a manejar las revoluciones del choque. Las transiciones eran vertiginosas, pero en las áreas pasaban pocas cosas porque Reinildo se imponía a Nico y Kondogbia a Muniain. Pese al frenesí, al descanso se llegaba sin goles.

Salió de la ducha más tenso el Atlético, que en la primera jugada hilvana una buena maniobra de Morata cayendo a la orilla del área para ponerla atrás, donde apareció solo Griezmann para empujar a la red la pelota. Un gol que anunciaba zafarrancho en la segunda mitad. Pero Simeone ha vuelto a las raíces y tras la última ventana de selecciones advirtió a sus jugadores que recuperaban la receta tradicional: defensas y contragolpe. Y en la Catedral los rojiblancos mostraron un perfil numantino muy mejorado, con líneas escalonadas, coberturas corales y salidas verticales tras recuperación o apoyos con paredes. Un Atlético al que le sientan mejor los rivales que le exigen que los que les hacen pensar.

La salida de Oblak, lesionado en un hombro, sumado al inicio tardío de la segunda parte por un problema con la red de una portería, enfriaba los ánimos de la grada de San Mamés y reducía los zarpazos de unos leones enjaulados. Simeone también ganaba el 'otro' partido a Valverde. Un Athletic irreconocible se diluía con el goteo de los minutos mientras el Cholo levantaba, ladrillo a ladrillo, una empalizada ante el área de Grbic, que sacó dos meritorias manos. A eso se sumó que el VAR deshizo un penalti de Reinildo que en realidad le dio en la cara. el Los rojiblancos, que no han perdido todavía lejos del Metropolitano, se estabilizan en la zona Champions con una victoria de jerarquía por el rival y por el escenario. Y lo que es más preocupante para sus competidores, recuperando una identidad futbolística que le ha permitido ollar varios ochomilesHa vuelto el Atlético, si es que alguna vez se fue. ¡Larga vida al cholismo!

Ficha: Athletic 0-1 Atlético

Athelic: Unai Simón; De Marcos, Yeray (Vivian 86'), Iñigo Martínez, Lekue; Vesga (Dani García 86'), Sancet (Zárraga 79’); Nico Williams (Villalibre 79’), Muniain (Raúl García 65’), Berenger; Iñaki Williams

Atlético: Oblak (Grbic 68’); Molina, Savic, Giménez, Reinildo; Lemar (Joao Félix 81’), Kondogbia, De Paul (Saúl 68’), Koke (Witsel 81’); Morata (Correa 68’), Griezmann

Gol: 0-1, Griezmann (46’)

Árbitro: Figueroa Vázquez. Amonestó a Simeone, Giménez, Morata, Oblak, Witsel, Grbic

Estadio: Nuevo San Mamés. 48.000 espectadores.