El exdeportivista Pablo Marí, jugador español del Monza, de la Serie A, confirmó ayer que tanto su familia como él están “todos bien”, tras ser apuñalado el día anterior por la espalda en un centro comercial de Milán y agradeció todos los mensajes “de apoyo y cariño” que está recibiendo. “Después del duro momento que vivimos, tanto mi familia como yo queremos comunicar que afortunadamente estamos todos bien a pesar de las circunstancias, y agradecer todos los mensajes de apoyo y cariño que estamos recibiendo”, señaló en su cuenta de Twitter.

El defensa fue una de las cinco personas involucradas en un apuñalamiento masivo por parte de un hombre de 46 años con problemas mentales en un centro comercial en Assago, a las afueras de Milán. Marí acompañó el comunicado con una foto suya en el hospital junto a su mujer, Verónica Chacón, en la que se le puede ver levantando el pulgar con la mano derecha, mientras que en la otra muestra un cabestrillo. Además, el español quiso enviar el “pésame” y “toda su fuerza” a los familiares y amigos de la persona fallecida y un mensaje de ánimo a las personas heridas para que “se recuperen lo antes posible”.

Según pudo saber Efe, el jugador permanecerá ingresado dos o tres días y no podrá volver a los entrenamientos hasta, al menos, dentro de dos meses. “Este tipo de lesión muscular suele requerir dos meses de reposo antes de poder retomar la actividad física”, se lee en el parte médico enviado.