El serbio Novak Djokovic prolongó a trece su racha de encuentros ganados de manera consecutiva al doblegar este sábado al griego Stefanos Tsitsipas, quinto jugador del mundo, en un igualado choque por 6-2, 3-6 y 7-6 (4), en dos horas y 19 minutos, y defenderá el domingo su corona del Masters 1000 de París-Bercy en la final ante Holger Rune, de 19 años.

Djokovic, de 35, buscará sumar su séptimo trofeo en París-Bercy en la final número 56 que juega de un Masters 1.000, un récord en el circuito.

Tsitsipas, de 24 años, se quedó en su 60 victoria en la temporada y, gracias a estas semifinales, escalará del quinto al tercer puesto de la ATP, aún con opciones matemáticas de arrebatarle el número 1 al español Carlos Alcaraz, baja en la Finales ATP de Turín por un desgarro en el abdomen.

El ganador de 21 grandes sigue sin ceder ante la nueva generación. El viernes fue el italiano Lorenzo Musetti, ahora Tsitsipas. Y eso que el serbio tuvo una noche llena de emociones.

Arrasó el primer set (6-2), rompiendo en dos ocasiones el saque del griego, algo que nadie había hecho en la presente edición de Bercy. Por algo 'Nole' está considerado probablemente el mejor restador de la historia del tenis.

En el segundo set, al balcánico se le torció el partido. Sufrió una rotura de la que no se recuperó y cayó 3-6. Djokovic no estaba cómodo y se le escuchó gritar en la pista en un soliloquio en voz alta: "¿Estás dormido, o qué? ¡Vamos!".

En el tercero, la voz cantante fue del griego. Y eso que el serbio desperdició dos bolas de break que le hubiesen puesto 5-4 con el saque a favor.

También en el desempate el griego lideraba, pero la solidez en el saque del serbio y su capacidad de defender terminaron por decantar el encuentro de su lado en los momentos clave.

Relajado y contento después de la victoria, bromeó con el presentador del torneo cuando le preguntó qué expectativas tenía el domingo en el duelo final ante Rune, 16 años más joven que Djokovic (35 años).

"Nosotros somos la generación joven, Rune, Alcaraz y yo", dijo, desatando las carcajadas del público.