La selección española femenina de balonmano perdió ayer por 30-23 ante Montenegro en su debut en el Campeonato de Europa, un inicio ante la anfitriona a remolque siempre y con el shock de la lesión de la portera Silvia Navarro antes del descanso, que atenazó más si cabe el juego español.

Los nervios y las imprecisiones coparon el primer acto y la lesión de la capitana dejó un mal cuerpo que sin duda no ayudó a la reacción en el segundo tiempo. España tendrá que sacar su gen luchador para levantar el vuelo desde mañana en la segunda jornada ante Polonia. Shandy Barbosa (5 goles) fue la mejor de las de Prades, obligadas a pasar página rápido de un mal partido y pendientes de Navarro. Radicevic (5), Jaukovic y Malovic fueron las mejores en Montenegro, con gran primera parte de la meta Rajcic.

Con un 6-1 de inicio, las José Ignacio Prades se vieron a remolque de una Montenegro que no le hacía falta brillar. Las paradas de Rajcic, por momentos en un 75%, sujetaron a la anfitriona y precipitaron el juego español, aunque el problema estaba atrás. Los desajustes en defensa impidieron el juego de las Guerreras.

El robo y la contra, la transición rápida seña de identidad de las españolas, apareció a cuenta gotas. Con todo, lograron asentarse y dejaron ocho minutos sin anotar a su rival (6-4), pero Rajcic no fallaba. La entrada de Paula Arcos ayudó a creer (11-9).

En la última juada del priemr tiempo se lesionó Navarro y la segunda mitad fue un derrumbe, con Shandy Barbosa tirando del carro, sin impedir que la renta de Montenegro se asentara en los siete goles. España tendrá que mejorar todo si quiere volver a estar entres las mejores después de tres malos Europeos.