rugby

España saca el billete para el Mundial

‘Los Leones’ estarán en la cita de Australia de 2027 tras ganar con claridad en Suiza

fermín de la calle

La selección española masculina de rugby disputará un Mundial 28 años después. Los Leones estarán en Australia 2027 después de cumplir las expectativas y ganar los dos primeros partidos de clasificación de su grupo ante Países Bajos y Suiza, dos selecciones menores que convirtieron en un paseo triunfal el camino hacia la Copa del mundo. El triunfo decisivo lo ha logrado esta mañana en suelo helvético (13-43) asegurando el billete mundialista en un partido que pasará a la historia por su importancia, no por el juego de los Leones. Más allá de la solvencia competitiva demostrada por los jugadores de Pablo Bouza, España se ha visto muy favorecida por la ampliación del Mundial a 24 países, otorgando a la segunda división de Europa cuatro plazas directos. Un camino más sencillo que el que tuvieron que transitar en 2018 y 2023 sus predecesores batallando con Georgia, Rumanía, Portugal y Rusia por un par de plazas.

Lástima que el pase se sellase en una recóndita localidad suiza, en lugar de en suelo español, en un discreto partido de la selección que se contagió del ritmo del juego local. Más complicado que ir a Suiza será acudir hasta las antípodas en octubre de 2027 a animar a unos Leones que habían conseguido clasificarse para el pasado Mundial de la vecina Francia, a la que se esperaba un desplazamiento masivo de la afición y la prensa española. En Australia tendrán el respaldo puntual de los españoles que viven allí y alguno que se animará a hacer un desembolso notable en un viaje largo y costoso.

España se mete en el Mundial dirigida por un Pablo Bouza que no contaba entre los candidatos a dirigir la selección. No al menos entre la nómina de los ejecutivos de Ferraz, pero World Rugby, principal patrocinador de la Federación Española a través de sus subvenciones, impuso una hoja de ruta con el plan de Alto Rendimiento tutelado por Daniel Hourcade y en la FER desembarcaron Raúl Aspirina Pérez como director técnico de XV, y Pablo Bouza, como seleccionador.

Bouza ha rejuvenecido a los Leones y se han comenzado a asomar caras reconocibles de nuestro rugby lo que ha generado empatía con una grada que se reconoce en este equipo. Chicos que se habían ido a Francia a buscarse la vida en academias de clubes franceses regresaban tras crecer rugbística y personalmente. Y otros que se fueron apuntando maneras han vuelto consagrados en clubes en el Top 14, la mejor liga del mundo. Y Bouza sumó un core de jugadores de División de Honor que han demostrado que son competitivos en entornos más profesionales que sus clubes. Todo esto ha generado una identificación de los aficionados con la selección que no había en 2018, cuando en Bruselas, por ejemplo, solo había tres jugadores en el XV nacidos en suelo español y no muchas más que jugasen en la Liga española. La aparición de los Álvaro García, Pichardie, Piñeiro o Carmona junto a Zabala, Merkler, Usárraga o Kerman, alimenta la ilusión de los miles de chavales que hay en las escuelas de rugby .

Ahora España tiene dos años para preparar a un grupo que sea competitivo en el Mundial y pueda aspirar a ganar su primer partido. Pero quienes tienen más trabajo son los dirigentes federativos que tendrán que estar a la altura de sus jugadores y jugadoras. El rugby español está de enhorabuena.

Tracking Pixel Contents