Fútbol | Primera División

El vestuario se harta de un Vinicius a la baja

Su bajón es evidente desde que se le escapó el Balón de Oro | No marca desde noviembre

Vinicius hace gestos durante el partido contra el Atlético.

Vinicius hace gestos durante el partido contra el Atlético. / EFE

Fermín de la calle

El pasado miércoles Vinicius Júnior abandonó el vestuario visitante del estadio de Butarque de Leganés sin cruzar palabra con ningún compañero. Minutos antes, Luka Modric le había dedicado una bronca en el césped poco habitual en el croata. El centrocampista, a sus 39 años, había cruzado todo el campo para tapar al lateral derecho del Leganés, Rosier, ante el pasotismo del brasileño. Modric afeó a Vinicius su desidia y su insolidaridad. El carioca ya había sido advertido por un Ancelotti molesto con su actitud tras encararse con el árbitro y con los rivales, lo que le costó la amarilla en el minuto 82 y acabó rozando otra expulsión. Durante su trayecto desde el vestuario hacia el autobús, solo se paró con Ibai Llanos, con el que conversó unos segundos para después pasar de largo ante las cámaras y los micrófonos en la zona mixta. No era la primera vez que se le veía distanciado de sus compañeros, que van perdiendo la paciencia dentro y fuera del campo.El brasileño es otro desde que el 28 de octubre el Balón de Oro que varios medios habían anunciado que acabaría en sus manos terminó en las de Rodri Hernández, el centrocampista del City, precisamente el rival de mañana en la Champions. Desde entonces su rendimiento ha caído notablemente. El delantero acumulaba hasta ese día 9 goles y 11 asistencias en los 15 partidos que había jugado. Desde el 28 de octubre ha jugado 11 encuentros en los que ha marcado 7 goles, cinco de ellos a Osasuna y Salzburgo, y solo ha repartido 2 asistencias.

Vinicius no marca en Liga desde el 9 de noviembre y en lo que va de 2025 solo ha anotado en dos de los 9 partidos jugados. Algo que le provoca una ansiedad que le impide levantar la cabeza para buscar a sus compañeros, que, junto a Ancelotti, han hablado con él para que cambie la actitud, pero el brasileño persiste y el vestuario lo ha dejado por imposible.

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