FÚTBOL (CHAMPIONS)
La eliminación del Real Madrid abre un pulso (entre Florentino y Ancelotti) y un dilema (Vinícius o Rodrygo)
El fiasco sentencia al italiano, al que Brasil trata de convencer, y reabre el debate sobre la necesidad de vender a un delantero para reforzar mediocampo y defensa

Kylian Mbappe se retira lesionado el partido entre el Real Madrid y el Arsenal de Champions League en el Santiago Bernabéu / Associated Press/LaPresse / LAP

El partido de vuelta del Real Madrid-Arsenal reunió en el palco del Bernabéu personalidades variopintas para ser testigos de lo que se anunciaba como otra remontada histórica. Entre ellos políticos de diferente signo pero igual filiación futbolera como el ministro José Manuel Albares, un clásico ya en las fotos junto a Florentino Pérez, o la popular Cayetana Álvarez de Toledo. Un palco que homenajeó con enorme respeto la memoria de los recientemente fallecidos Mario Vargas Llosa, maestro del relato, y Leo Beenhakker, uno de los fundadores de las legendarias remontadas.
Brasil, en el Bernabéu
Y perdido entre los asientos del palco VIP estaba también el empresario brasileño Diego Fernándes, amigo de Neymar y al que desde Brasil se le asigna la tarea de convencer a Carlo Ancelotti para convertirse en seleccionador carioca. Como adelantó EL PERIÓDICO el pasado 10 de abril, los brasileños habían contactado con Davide Ancelotti, no con Carlo, para informarle de que le daban de plazo hasta el día después de la final de Champions, el 1 de junio, para tomar una decisión sobre su futuro. Información que también se manejaba en el Real Madrid, lo que provocó una llamada desde los despachos del Bernabéu a Xabi Alonso con un mensaje claro: "¡Aguanta!". El donostiarra iba a comunicar en rueda de prensa que se quedaba un año más en Leverkusen, pero al final obedeció a la llamada y enfrió el asunto de su futuro. "Estoy centrado en acabar bien la temporada", se limitó a advertir en una esperada rueda de prensa.
Ahora la pelota está en el tejado de Ancelotti, que libra un pulso sordo con Florentino para ver quién da el primer paso. Carletto movió sus piezas al ser preguntado tras el partido: "A ver qué pasa el próximo año. No sé que pasará y no quiero saberlo. Puede pasar que el club un día decida cambiar, y puede ser este año o el año que viene cuando acabe el contrato. El día que acabe aquí, solo voy a hacer una cosa: dar las gracias a este club. Puede ser en un día, en un mes o en un año". La eliminación en la Champions ha sentenciado al italiano, pero él no va a dar el paso de irse, tiene que darlo el presidente porque Carlo quiere salir bien del club y no tiene claro lo de Brasil. El enredo que surge ahora es qué pasará con el Mundial de Clubes, porque desde que acabe el último partido de Liga del Madrid hasta que se juegue el primero del Mundial de Clubes en tierras estadounidenses pasarán 24 días. Se da por hecho que Xabi Alonso no asumiría esa responsabilidad y parece que si no va a seguir, Ancelotti tampoco sería el hombre. Santiago Solari podría hacer de interino, pero quien está siendo promocionado desde dentro del club por el núcleo en el que gravita el hijo del presidente y el exjefe de prensa del club es Álvaro Arbeloa. A quien, por cierto, descartan como posible segundo del tolosarra cuando desembarque en el Real Madrid.
Fue, por tanto, noche de pasillos. En uno se cruzaron en el descanso Dani Carvajal y Saka, lo que terminó con el madridista encarándose con el inglés. Para entonces el Arsenal ya había domesticado al Real Madrid y no había rastro de remontada ni nada parecido. Los blancos se obcecaban con la rudimentaria propuesta de balones a la olla, hasta 23 en la primera parte tocando solo tres de ellos, lo que justificó las palabras de Thibaut Courtois al final del partido. "Metimos muchos centros, pero este año no tenemos un Joselu, un delantero nato. No siempre podemos esperar que los cuatro de arriba vayan a regatear a tres y marcar un golazo, como equipo tenemos que atacar y defender mejor". El portero fue, junto a Lucas Vázquez, el único que dio la cara al final del partido ante la prensa. Un clásico de este Real Madrid en el que las estrellas se esconden cuando vienen mal dadas y solo se pronuncian a través de sus redes sociales. Quizás eso explique los desplantes que sufrieron algunos jugadores de la plantilla blanca al abandonar con sus coches particulares el Bernabéu. "¡Dad la cara! ¡No tenéis vergüenza!", le afeaban algunos seguidores muy enfadados.
Ni Mbappé, ni Vinícius, ni Rodrygo
El Madrid se dedicó a colgar al área balones que no remataron ni Mbappé, ni Vinicius, ni Rodrygo, ni Bellingham, ni Endrick. Porque ninguno tiene el juego aéreo entre sus fuertes. Las estrellas de Florentino han cerrado un fin de temporada calamitoso. De los últimos cinco partidos que ha jugado, el Madrid ha ganado uno (al Alavés), perdido tres (los dos del Arsenal y el del Valencia) y empatado otro (la Real Sociedad). En ninguno de ellos marcó Mbappé, que pese a jugar todos los minutos (salvo un cuarto de hora) en los cuatro partidos de Champions ante Atlético y Arsenal, ni marcó ni asistió. No canta un gol desde el 29 de marzo y sus últimos tantos han sido a Leganés, Villarreal, Rayo, Osasuna o Girona. En los partidos 'grandes' no hay rastro del francés, algo que, cuentan fuentes del club, molesta sobremanera a un Florentino que lo fichó para reinar en estas noches como apuesta estratégica para el próximo lustro. Y Kylian, que se marchó tocado en un tobillo, sigue sin ganar la Champions...
Sus compañeros de delantera no están mucho mejor. Anoche Vinícius se convirtió, con su gol, en el brasileño que más goles ha marcado en la historia del Real Madrid, hito que quedó opacado por su destartalada actuación. El delantero suma esta temporada más tarjetas que asistencias (15 amarillas por 14 pases) y el gol de ayer ante el Arsenal ha sido el primero en las eliminatorias de Champions, pese a jugar todo ante Manchester City, Atlético y Arsenal. El vestuario está harto de su carácter caprichoso y volcánico y hay una gran parte de la plantilla que se ha distanciado de él. También Rodrygo se ha venido abajo. El brasileño no marca en Liga desde el 25 de enero, hace casi cuatro meses, y en Champions ha sumado un gol y una asistencia en los seis partidos de dieciseisavos, octavos y cuartos. Se ha extendido la opinión de que sobra uno de los dos y que con su venta podrían reforzarse la defensa y el mediocampo. Y en el vestuario hace semanas que se habla de la salida del primero a Arabia o de la del segundo a Inglaterra, donde Guardiola ha hablado con el jugador y el City con sus representantes. Mientras, Bellingham anda a la deriva jugando a ser Kroos y dejando de ser Jude, y Endrick vive frustrado por más que marque cada vez que Ancelotti le regala un rato de fútbol.
La noche convirtió la excitación en resignación. El Real Madrid quedaba eliminado tras completar la peor Champions de su historia: ocho victorias y seis derrotas. Nunca había perdido tantos partidos en la Copa de Europa en un año. Y sin fútbol y sin "cojones", que diría Ancelotti, ahora se cuestiona este proyecto deportivo de la 'neogalactización' de Florentino que Ancelotti ha conseguido llevar con vida hasta el tramo final de la temporada a golpe de tropiezos. "Menos remontar y más correr", apuntaba ufano un periodista inglés en su despedida del Bernabéu en una noche fría y lluviosa que terminó en pesadilla para el madridismo.
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