FÚTBOL

La eliminación del Barça en Champions desata el optimismo en el Real Madrid de cara al clásico del domingo

Ancelotti ya advirtió antes del partido ante el Inter que el resultado de Milan también condicionaría el choque de Montjuic

Modric encara a Mbappé en el entrenamiento de este miércoles en Valdebebas

Modric encara a Mbappé en el entrenamiento de este miércoles en Valdebebas / Real Madrid

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

Madrid

La derrota y eliminación del Fútbol Club Barcelona en la semifinal de Champions ante el Inter de Milán no ha pasado inadvertida en un Real Madrid en el que ha crecido el optimismo de cara el partido que medirá a azulgranas y merengues el próximo domingo a las 16.15 horas en el estadio Lluís Companys de Barcelona. En el vestuario blanco se ha extendido la creencia de que esta derrota pasará factura anímicamente a los de Hansi Flack, algo de lo que se pueden aprovechar los blancos, que necesitan imperiosamente la victoria para seguir teniendo opciones de conquistar el título de Liga el próximo 25 de mayo, fecha de finalización del campeonato. 

Golpe anímico y exigencia física

La crueldad con la que se produjo la eliminación y la exigencia física del choque de vuelta ante el Inter, con una prórroga que se suma a todos los partidos que llevan en sus piernas los barcelonistas, han disparado el optimismo en las filas madridistas. Carlo Ancelotti ya había advertido, antes de que se jugase el partido en el Giuseppe Meazza, que lo que ocurriese en la Champions podía condicionar el encuentro de Montjuic del domingo. Y el resultado y la forma en que se ha producido el desenlace juegan a favor de los madridistas de cara al clásico de esta semana. 

Carletto habló con sus jugadores a la conclusión de la final de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja en Sevilla. Les dijo que haciendo las cosas como las habían hecho aquella noche estaba seguro que se llevarían los tres puntos de Montjuic este domingo. Un optimismo argumentado en el sobrio partido que realizaron los blancos, remontando un gol inicial de los culés y llegando al tramo final del partido por delante. El postrero gol de Ferran Torres, en una jugada que contó con un inesperado error en la salida de Thibaut Courtois, les llevó a la prórroga, donde perdieron la final. 

Sin embargo, después de las dos goleadas encajadas en el encuentro de Liga en el Bernabéu y en la final de la Supercopa, el Real Madrid se mostró más sólido en defensa. Ancelotti volvió a apostar por un 4-4-2 que le da más robustez al equipo en el mediocampo, recuperando la pizarra de la temporada pasada y dejando arriba solo a Mbappé y Vinícius, a los que se sumaba Jude Bellingham llegando desde atrás. Ese dibujo les permitió remontar el partido y controlar a los atacantes azulgranas, a los que desactivó con ayudas y negando la posesión a Pedri, De Jong y compañía. 

Esta derrota en Milan también ha servido para que el vestuario blanco reafirmase algo de lo que han hablado mucho estos días en Valdebebas: la debilidad defensiva de los de Flick. Los siete goles encajados en los dos partidos ante el Inter, los tres que recibió del Celta en Montjuic hace un par de jornadas, y los dos que anotaron los blancos en La Cartuja, han llevado a los madridistas a poner el foco en el déficit defensivo azulgrana. El Barça ha encajado once goles en cuatro de los últimos cinco partidos que ha jugado, lo que evidencia esa fragilidad atrás que el Real Madrid espera rentabilizar el domingo. 

El once de Montjuic

Ancelotti no tiene mucho margen de maniobra con las lesiones del equipo, pero va perfilando poco a poco un once en el que todo apunta a que estará por delante de Courtois una zaga formada por Lucas Vázquez, Asencio, Tchouameni y Fran García, al tener lesionados a Carvajal, Alaba, Militao, Rudiger y Mendy. En el medio jugaría con cuatro futbolistas que serían Valverde, Ceballos, Arda Guler y Bellingham, mientras arriba quedarían Mbappé y Vinícius. Esperando su momento en el banquillo jugadores como Brahim, Modric, Rodrygo o Endrick. 

Tracking Pixel Contents