Jaume Llaverola, que vuelve esta noche al Palacio de los Deportes de Riazor que fue su casa durante cinco temporadas, es el abuelo de la OK Liga. Da igual cuando leas esto. Porque el portero del Girona ha hecho un pacto con el diablo y lleva años desafiando al paso del tiempo. Con 45 primaveras es ya el único superviviente de los nacidos en la década de los 70 entre los jugadores inscritos en la máxima categoría nacional de hockey sobre patines. Y tiene más mérito si se atiende a las fechas de nacimiento del resto. Se atisba lentamente un cambio de tendencia. Porque también empiezan a escaquear los que vinieron al mundo en los 80, con solo 39 de los 204 con ficha, un 19%. La mayoría lo hizo en los 90, un 47%, y gran auge de los que lo hicieron más allá del 2000, con 68 (un 33%), aunque solo 57 han entrado en las convocatorias de sus equipos y 17 conseguido marcar.
Las estadísticas son todavía más acentuadas en la OK Liga femenina, con la portera alemana Christina Klein, de 45 años, al frente del ranking de veteranas en el que le siguen la francesa Vanessa Daribo y la argentina Adriana Gutiérrez, ambas de 1985, Cristina Barceló (1987), Tasha Lee (1988) y María Díez (1989); y la OK Plata, categoría de desarrollo para los nuevos talentos. En el grupo norte, donde compiten los equipos coruñeses, quedan dos jugadores de la década de los 70 y uno de ellos es el argentino Martín Payero, que ahora milita en el Dominicos, otro incombustible de las pistas. También domina la década de los 90 con un 52,5% de los inscritos por el 35,5% de los del 2000 en adelante. Y los de los 80 solo suponen el 10,3% (entre ellos Martín Barrós y Pablo Fernández del Dominicos y Diego Lago y Javi Jurado del Compañía de María).
El cambio de tendencia está ahí. Pero los veteranos que quedan todavía tienen mucho peso e influencia en el juego. En la OK Liga, por ejemplo, cuatro de los seis máximos goleadores son de ese selecto grupo de jugadores nacidos en los 80. Lo es el líder Raúl Marín (21), pero también Xavi Costa (14), Pablo Álvarez (14) y el liceísta Jordi Adroher (12), que es décimo en el ranking de jugadores con más edad. En la clasificación del pichichi, ya asoma la generación del 2000 con la décima posición de Marc González, del Lloret, que ha anotado diez tantos en la competición. El más joven en hacer gol en lo que va de curso es Gerard Riba, del Igualada, nacido en 2002. Entre los de la Generación Z también destacan los coruñeses Pablo del Río, asentado en el Reus y que ha conseguido ya cinco dianas, y Dani López, del filial del Liceo que se estrenó como goleador con el primer equipo. Pasa igual en OK Plata, con cinco veteranos en el top de pichichis. Se cuela entre los mejores Fran Torres, del Liceo, de 16 años, aunque el más joven goleador de la categoría es Abraham Suárez, del Areces, con 15.
El Liceo busca la perfección del diez
El Liceo recibe al Girona (Palacio de los Deportes de Riazor, 20.45 horas) con la perfección de la décima victoria al alcance de la mano. Los verdiblancos llevan nueve y son el único equipo de la OK Liga, que lideran con dos puntos de ventaja sobre el Barcelona y un partido menos, que mantienen su casillero de derrotas y empates a cero. Juan Copa volverá a contar con el grupo entero después de la recuperación de Roberto di Benedetto, que ya jugó la semana pasada en Noia, y contará con el refuerzo desde el filial de Pablo Parga y Nanu Castro. Para el conjunto coruñés este supone también el inicio de otro maratón de compromisos porque además de hoy jugará el lunes contra el Palafrugell (Palacio de los Deportes de Riazor, 20.00 horas) el partido aplazado desde la sexta jornada, y el sábado viajará a Calafell. Para finalizar el año 2020 solo le quedaría después el duelo en casa frente al Caldes (día 18). El Girona, dirigido por Ramón Benito, llega a Riazor después de empatar entre semana contra el Igualada. Es séptimo con 12 puntos merced a tres triunfos, tres empates y cuatro derrotas. Su máximo peligro esta temporada lo protagonizan David Gelmà y Gerard Pujol, ambos con 10 goles. Pero también hay que tener en cuenta a Álex Grau, hermano gemelo del liceísta Marc Grau, y al robusto y potente angoleño Humerto Silva, además de la experiencia del portero Jaume Llaverola. Precisamente, el exguardameta del Liceo se perdió por motivos personales el duelo del año pasado en A Coruña, que acabó con 10-1 a favor del Liceo.
