La vigente Escuela de Lanzamientos de A Coruña, que sigue logrando éxitos nacionales temporada tras temporada. | // CARLOS PARDELLAS

Carmen, segunda por la izquierda, con sus compañeras. | // L. O.

Hubo una época en la que A Coruña era considerada como una pequeña Finlandia, cuna mundial de la jabalina, dentro de España. Había prácticamente cola por venir a entrenar a la ciudad junto a Raimundo Fernández, que lideraba un grupo selecto de los mejores lanzadores nacionales de todas las modalidades. De allí salieron algunos nombres todavía ilustres como Julián Sotelo, David Martínez o Marta Míguez. Pero también Ángeles Barreiro. Ella se convirtió, en Barcelona 1992, en la primera mujer coruñesa en lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos. Su tándem fue imparable. Ella batió 17 récords de España. El último en 1994, mandando el disco hasta los 60 metros y 54 centímetros. La categoría de esta plusmarca, no obstante, no solo se mide en centímetros sino de tiempo, el que se tardó en superar ese registro: 21 años y 5 días. Ambos recibirán el miércoles en el Centro Sociocultural Ágora el reconocimiento del deporte coruñés con el Premio a la Trayectoria de la Gala do Deporte da Coruña e a súa Comarca, organizada por LA OPINIÓN en colaboración con el Concello.

Pupila y entrenador, entrenador y pupila, fueron los máximos exponentes de una escuela que marcó una época. También lo hizo Barreiro, que desde 1983 hasta 1994 dominó el lanzamiento de disco en España, del que elevó el récord de España desde los 49 metros hasta los 60. Sumó once medallas de oro, cinco de plata y cuatro de bronce en los Campeonatos de España, vistió hasta en 36 ocasiones la camiseta de la selección española y disputó un Campeonato del Mundo, el de 1991 en Tokio, y unos Juegos Olímpicos, los de Barcelona, en los que no le acompañaron los resultados pese a que llegaba en plena forma. Lo que no empaña una carrera histórica que la sitúa entre los grandes nombres del atletismo español.

Raimundo Fernández, polifacético, atleta de decatlón y jabalina pero también luchador, disciplina en la que estuvo preseleccionados para los Juegos de Los Ángeles 1984, tiene ahora 73 años pero sigue trabajando mano a mano con su hijo, con el que comparte nombre —aunque todos le conocen como Necho— y sacando temporada tras temporada nuevos nombres a tener en cuenta en el panorama nacional de los lanzamientos como Carmen Sánchez, Ivanna Román o Nicolás Ortega, algunos de sus máximos exponentes hoy en día. A pesar de todas las dificultades. La especialidad tiene unas características muy específicas y están desterrados de casi todas las pistas. Tras el confinamiento, cuando los atletas de la ciudad ya habían podido volver a Elviña, ellos entrenaban en parques y playas. Pero llegaron a los distintos Campeonatos de España y siguieron ganando medallas.

La jabalinista Carmen Sánchez, la más votada por los lectores

Carmen Sánchez Parrondo, Menchu, es asturiana, pero lleva ya diez años asentada Galicia, varios de ellos en la ciudad, donde entrena a las órdenes de Necho Fernández. Con él protagonizó una gran historia de superación. La lanzadora de jabalina estaba estancada. No mejoraba sus marcas desde 2011. Tenía el cuerpo machacado por las lesiones y la cabeza hundida. Pero decidió volver a A Coruña, donde ya había sido feliz y nos solo recuperó su mejor versión, sino también la sonrisa. Mandó la jabalina más lejos que nunca y se confirmó como una de las mejores especialistas a nivel absoluto de España. Los lectores de LA OPINIÓN lo valoraron para elegirla para el Premio Especial del público. También porque se ha tenido que pelear contra instituciones y decisiones que la dejaban fuera de los lugares de entrenamiento. Atendidas sus quejas, ¿hasta dónde podrá llegar con todas las condiciones a su favor?