El cambio de pista para el Leyma-Oviedo, que tuvo como escenario la Polideportiva de Riazor en vez del Palacio por la coincidencia en el horario con el partido del Liceo, nubló en ataque a los jugadores naranjas, muy fallones en el tiro. Empezaron bien, con un contundente 14-2 pero desde el segundo cuarto se vinieron abajo, blandos en defensa y sin puntería en lanzamientos fáciles, para dar alas al Liberbank Oviedo, que le dio la vuelta al marcador hasta llegar a la recta final con la victoria encarrilada. Con siete de ventaja se adentró en el último minuto, una cómoda renta a falta de 53 segundos que acabó dilapidando por sus propios miedos y errores, por la buena defensa del Leyma en esprint definitivo, y también por el oportunismo de Matulionis. El lituano apareció en el momento de la verdad para culminar ese final loco con dos canastas seguidas, las últimas del encuentro, que sirvieron para completar la remontada exprés del equipo coruñés y establecer el definitivo 62-60. Ver para creer.

Desenlace sorprendente y emocionante que hizo estallar de alegría al Leyma después de haber cuajado una actuación más bien floja, en líneas generales. Muchas pérdidas y, sobre todo, muy poco acierto en el tiro. 16 canastas de dos en 52 intentos y siete de 27 en triples. Bajísimos porcentajes, igual que desde la línea de tiros libres, con nueve aciertos de 14 lanzamientos. Pese a esa falta de puntería, incluso para acertar bajo tablero, el Leyma acabó dándole la vuelta al marcador tras hacer un esfuerzo físico brutal con una presión en toda la cancha en ese último minuto fatídico para el conjunto asturiano. Nueva victoria coruñesa que consolida al Leyma como inmediato perseguidor del Breogán, que no falló ante Cáceres (76-63).

Cuando la victoria visitante parecía segura con el 53-60, Dago Peña metió un triple rápido, robó el balón a continuación y el rebote de su nuevo lanzamiento de tres lo convirtió Zyle en el 58-60. El tiempo muerto del técnico del Oviedo, Natxo Lezkano, no evitó que el Leyma completara la remontada. Atenazados, sus jugadores no fueron capaces de salir de la presión y Brown entregó dos saques de fondo que Matulionis convirtió en cuatro puntos decisivos para voltear definitivamente el marcador.

El entrenador del Leyma, Sergio García, le dedicó la victoria a su suegro, que “no está en un momento bueno” y aplaudió el esfuerzo físico realizado por sus jugadores para ganar un partido que parecía totalmente perdido. “Estaba muy difícil. Parece un topicazo, pero les pedimos que hay que pelear hasta la ultima jugada y ellos lo han hecho. Han creído y el esfuerzo ha sido brutal, presionando en toda la pista y robando tres o cuatro balones seguidos”, explicó el preparador del conjunto naranja.

Ese desenlace favorable “demuestra que los chicos tienen corazón y ganas de pelear por hacer algo importante”. Sobre el último minuto tan frenético e imprevisible, Sergio García dijo que se le había “pasado muy rápido”. “Ha sido como una escena de acción, espectacular”, añadió el técnico del equipo coruñés tras la apurada victoria contra el Liberbank Oviedo.