Hay vida más allá del Deportivo Liceo en el hockey sobre patines coruñés. La sombra del club más laureado de Galicia, que termina el año en lo más alto de la OK Liga masculina, es alargada, pero otros luchan por su cuota de espacio. El Borbolla en la OK Liga femenina tiene el difícil reto de la permanencia. Cierra 2020, en el que consiguió el ascenso, con seis puntos y en su mejor momento, pero a la espera de una segunda fase de la competición que será decisiva. En la OK Plata, los tres equipos de la ciudad acaban en posiciones opuestas. El filial verdiblanco, arriba, en la lucha por el ascenso. El Dominicos, en una zona tranquila, pero en la que tampoco se puede relajar. Y el Compañía de María con la necesidad de sumar para salir del agujero.

El que tenía un inicio más difícil era el Borbolla, porque le tocaba adaptarse a una nueva categoría. Y se confirmó que el equipo que dirige Santi Martínez ha ido de menos a más hasta finalizar el año en su mejor momento, tanto que el técnico cree que el parón no les viene bien. Martínez analiza el camino del grupo como un aprendizaje continuo: “Sabíamos que nos iba a costar al principio por la falta de experiencia. Y aun así perdimos algunos partidos por pardillas, como el del Alcorcón aquí o en Las Rozas. Y también porque al principio nos faltaron los dos fichajes internacionales —las chilenas Fernanda Tapia y Fernanda Muñoz—”.

Celebración de un gol del Liceo. | // VÍCTOR ECHAVE

El entrenador del conjunto de Monte Alto señala que cuando estas llegaron llevaban seis meses sin entrenar pero que con el paso del tiempo han ido demostrando toda la calidad que llevan dentro. Lo mismo que sus compañeras. “Lara (Yáñez) creció muchísimo. De Julia (Cabanas) y Lucía (Yáñez) ya sabíamos. Y Antía (Rivadas) y Marta (Vilas) al venir de otros clubes también tuvieron que adaptarse al principio pero están cogiendo la idea, creciendo y demostrando que son una gran apuesta de futuro”, dice. Los resultados tardaron en llegar, pero cada semana había mejorías. “En ningún momento se hundieron”, recuerda, “y fueron ellas las que dieron el paso hacia adelante y aún van a crecer más”.

Las victorias contra el Alcorcón y el Girona ayudan a creer. No será fácil en una temporada en la que descienden cinco y que se decidirá en una segunda fase en la que los cuatro últimos de cada grupo arrastrarán los resultados entre ellos. Confío plenamente en que nos podemos salvar y así lo haré hasta que las matemáticas digan lo contrario”, asegura Martínez. “Justo ganamos a dos rivales directos y tenemos incluso opciones de pasar a la segunda fase con 12 puntos si ganamos en Girona y al Las Rozas. Lo bueno es que nosotras estamos en una dinámica positiva y otros parecen que van a menos”, añade. Por eso es tan importante la permanencia, porque para el año la base ya estaría puesta. Así que ese es su deseo para 2021: “Mantenernos. Y es por lo que vamos a luchar”.

Martín Payero, del Dominicos. | // CARLOS PARDELLAS

En OK Plata, segunda categoría nacional, el Liceo y el Compañía de María intercambiaron sus papeles con respecto al curso anterior. Los verdiblancos, que en el 2019-20 habían sufrido, viven ahora un momento dulce, cuartos, con el liderato durante varias jornadas. El Compañía, la revelación cuando llegó el coronavirus y dejó en incógnita hasta dónde podría haber llegado, sufre ahora desde la penúltima plaza. En el medio, tanto hace un año como ahora, el Dominicos, en una situación cómoda pero intentando mirar más hacia arriba que hacia abajo.

“La valoración es de sobresaliente y ya no solo a nivel de resultados, sino de implicación”, asegura Stanis García, entrenador del filial verdiblanco. “El año pasado habíamos ido de menos a más y el confinamiento nos pilló en el mejor momento. En este retomamos la base y lo transformamos en resultados. Ahora con ganas de volver ya porque los parones son un arma de doble filo: sirven para recuperan fuerzas pero a veces te despistan del trabajo del día a día”, indica el asturiano, que cree que la segunda parte de la temporada será más dura: “Hemos perdido el factor sorpresa. Los equipos ya nos conocen. Y es otra lección que tienen que aprender los chicos”.

Jugadores del Compañía de María. | // VÍCTOR ECHAVE

En su trayectoria solo hay dos manchones, con dos derrotas contundentes a domicilio. “En Manlleu encajamos un resultado abultado (9-3), pero en la pista no se vio eso, ellos tuvieron más eficacia”, se defiende. “En Vilafranca fue más accidente, pero también por las circunstancias porque fuimos sin Nanu (Castro), que se fue con el primer equipo y Danilo se lesionó en el calentamiento”, apunta. Nutrir al Liceo de jugadores condiciona en ocasiones la marcha del filial, pero para Stanis esa es su razón de ser.

En la otra cara de la moneda, Compañía, penúltimo con 3 puntos, solo uno por encima del Areces, al que se enfrenta el sábado en un partido aplazado. “Es una temporada extraña. Ya fue complicada desde el inicio, en la pretemporada, sin pista, nos costó arrancar... Y estamos teniendo unos altibajos bastante atípicos”, se queja Alejandro Canosa. El entrenador colegial estima que les falta confianza, por lo que ya no es que sea clave contra el Ares. Es vital. “Tiene que ser nuestro punto de inflexión. Porque además vemos que si ganamos dos o tres partidos nos ponemos en una posición más relajada. Pero claro, hay que ganarlos”, señala. Tendrán que hacerlo ya sin el portugués Francisco Granadas, que se volvió a casa al no terminar de cuajar en una plantilla necesitada.

El Dominicos, por su parte, empezó bien, tuvo una fase mala y mejoró al final del año para cerrar el año octavo con diez puntos. “No llegamos demasiado apurados, pero tampoco es que estemos holgados. Necesitamos recuperar a la gente lesionada, hemos tenido muchos problemas”, valora Manuel Togores y en el lado positivo pone el crecimiento de los jóvenes: “Cada vez tienen más minutos, más confianza, más peso dentro del equipo. Tienen que seguir así hasta el final”.

Sus deseos para 2021 pasan por la salud, la permanencia y que vuelva la gente a los pabellones. “Que disfrutemos el hockey igual que antes y acabe esto ya”, pide Stanis. “Mejorar los resultados porque en el juego somos capaces de competir. Mantenernos en esta categoría tan bonita, que podamos verlo en los pabellones y, por pedir, también jugar en el cole”, dice Canosa. “Salud en todos los niveles, también por las lesiones. Y que podamos terminar la liga”, concluye Togores.