El Deportivo Liceo ya está listo para viajar a Barcelona, y de ahí a Lloret de Mar, para disputar la Supercopa de España, que le enfrentará el sábado al Reus en las semifinales (18.30 horas) y el domingo, si pasa a la final, al vencedor del duelo entre el Barcelona y el Noia (15.15 horas). Toda la expedición verdiblanca pasó el miércoles los test de antígenos que la Federación Española de Patinaje exigió como condición indispensable para poder participar en la cita. No hubo ningún susto, con pleno de negativos, por lo que luz verde para el viaje de la tarde del día 1 del conjunto coruñés, que puede levantar el primer título de la temporada.

Las bases de la competición establecen que “los cuatro equipos clasificados para disputar la Supercopa de España deberán obligatoriamente realizar un test de antígenos a todos los miembros de la expedición (jugadores, técnicos, ayudantes...) entre los días 29 y 30 de diciembre de 2020, con el fin de tener tiempo suficiente para realizar una PCR en el caso de que hubiera algún resultado positivo en dichos test”. Tanto el Reus como el Noia también informaron ayer en sus redes sociales de que sus jugadores pasaron las pruebas.

El reglamento de la Supercopa también establecía qué sucedería en el caso de que por motivos sanitarios los equipos no pudiesen disputar la competición. El Girona y el Caldes eran los dos conjuntos reservas en el caso de cualquier contratiempo, pero los cambios tendrían que efectuarse antes de las 22.00 horas del día 1 de enero. Además, las bases establecen que la Supercopa quedaría suspendida en el caso de que hubiese problemas derivados del coronavirus en tres de los equipos o en el supuesto de que ni Barcelona ni Liceo, primer y segundo clasificado de la última OK Liga, pudiesen tomar parte en ella.

Finalmente no se dieron ninguna de estas circunstancias y si no ocurre nada hasta el sábado —el 2020 ha enseñado a no cantar victoria antes de tiempo— la Supercopa se disputará con normalidad. Eso sí, las circunstancias vuelven a perjudicar al Liceo. Tal y como está la situación sanitaria, cualquier desplazamiento es un riesgo. De hecho, Jordi Adroher decidió quedarse en la ciudad con su familia durante la Navidad para minimizar las posibilidades de contagio. Tampoco viajaron a casa los argentinos (Franco Platero, Maxi Oruste y Fabrizio Ciocale). Las vacaciones fueron más cortas, de solo una semana, porque Juan Copa citó a la plantilla el sábado para la primera sesión de preparación. Prácticamente con las uvas atragantadas el Liceo cogerá el 1 de enero el avión que le llevará a Barcelona y desde allí, autobús hasta el hotel en Lloret de Mar. Sin embargo, no podrá probar la pista hasta el día siguiente por la mañana, ya el sábado. El resto de equipos, por cercanía, podrá incluso viajar en el día, pudiendo descansar y estar en sus hogares por Año Nuevo. Pero nada restará ambición al Liceo que una vez en la pista, por historia, tradición y trayectoria de la temporada, será uno de los favoritos al título.

El coruñés Juan Fariza se rompe pómulo y nariz en Italia

Juan Fariza, jugador coruñés del Montebello de la liga italiana de hockey sobre patines, protagonizó el martes por la noche el susto de la quinta jornada de la competición transalpina al recibir un fuerte bolazo en el rostro durante el partido contra el Scandiano por el que tuvo que ser trasladado al hospital. El estado de salud del ex del Cerceda preocupó a sus compañeros y aficionados y aunque las primeras noticias eran alarmantes, finalmente el propio jugador explicó en sus redes sociales que aunque tenía una fractura de pómulo y nariz, no tendría que ser operado como indicaban las primeras exploraciones. Además, empieza a recuperar la vista en el ojo afectado y los médicos le aseguraron que no había ninguna lesión, por lo que en las próximas horas se recuperará cien por cien. El Montebello, en el que también juega el coruñés Chino Miguélez, se impuso al Scandiano por 5-4 con dos tantos del portugués Nuno Paiva, que el año pasado jugaba en el Compañía de María. El equipo se asienta en la zona tranquila de la tabla en la que el Bassano de otro coruñés, Pablo Cancela, ocupa la sexta plaza.