El Maristas luchó ayer en Pontevedra de tú a tú durante tres cuartos contra el Arxil, al que incluso llegó a dominar, pero un mal último cuarto, en el que encajó un parcial de 20-9 en contra, le costó caro y le condenó a la derrota en un partido contra un rival directo por la permanencia en Liga Femenina 2. Las coruñesas se quedan con cuatro triunfos en su casillero, los mismos que tienen ahora las pontevedresas, pero con dos partidos menos. El conjunto que dirige Jorge Carreira sigue teniendo margen gracias a una buena primera vuelta, pero dejó escapar una oportunidad de haber aumentado un poco su colchón de seguridad, sobre todo después de haber ganado el miércoles al Rosalía.

Como en el encuentro de la primera vuelta contra el Arxil, la igualdad fue máxima. El primer cuarto terminó con las visitantes por delante (14-18), pero entonces hubo una reacción local que les hizo llegar con ventaja al descanso, aunque mínima (37-32). Fue el momento en el que las coruñesas echaron el resto para volver a igualar la contienda, que entró en los diez minutos finales con un empate total: 52-52. Esta se mantuvo en los primeros compases, pero también con el mismo guión de su anterior enfrentamiento de la temporada, el Arxil sentenció en los últimos minutos.

La próxima semana el Maristas vuelve a afrontar un derbi con mucho en juego, aunque lo hará en casa y contra el Cortegada de Vilagarcía.