Bruno di Benedetto se marchó del Liceo el verano pasado y se separó por primera vez de su hermano mellizo Roberto. En una semana se reencontrarán en A Coruña en el partido que cerrará la primera vuelta del campeonato y que mide a primero y tercero.

¿Por qué tomó la decisión de marcharse del Liceo?

La decisión la tomé yo pero creo que fue un poco conjunta con el club. Me pasé de noviembre a marzo lesionado, con un principio de pubalgia, seguí jugando y entrenando, iba al fisio, pero necesitaba parar para recuperarme y no lo pude hacer. Además estaba jugando en una zona dentro del área que no era lo mío. Yo quiero mejorar para también llegar a la selección francesa y allí hacerlo bien. Con Francia no iba a jugar dentro del área, porque allí ya tenemos a Carlo —su hermano mayor— que es el mejor. Decidí marcharme, el club me dijo que esperara, pero yo no podía, estaba convencido de que tenía que volver para mejorar. La verdad es que me siento muy bien y estoy muy contento de haber vuelto porque siento que estoy mejorando.

¿Quería más protagonismo o más minutos?

Más minutos no, porque jugaba bastante, pero sí más protagonismo y jugar los minutos importantes, que es donde se mejora de verdad, llevando la bola y el peso del equipo. Ha sido un paso atrás, pero para mejorar más.

Un paso atrás relativo. El Lleida es tercero. ¿Cuál es el secreto?

Tenemos un equipo corto, con solo cinco veteranos, y yo me incluyo entre ellos aunque no lo soy, y dos jóvenes y sabíamos que teníamos que ser muy sólidos en defensa y en ataque tener mucha intensidad. Y es lo que estamos haciendo.

Volvía a Lleida pero era como empezar de cero con un equipo prácticamente nuevo.

Solo había coincidido con Joan (Cañellas) y Andreu (Tomàs). Al principio se notó un poco pero cada vez estamos jugando mejor y nos estamos encontrando mejor y aún tenemos mucho para crecer.

¿Están sorprendidos?

Sería falso decir que no estamos sorprendidos. No nos lo esperábamos. Estamos haciendo mejor primera vuelta que con el equipo que ganamos dos veces la CERS. Pero solo es la primera vuelta.

¿Cuál es el objetivo?

El objetivo del club es más modesto que el mío. Al principio era entrar en CERS, porque al ser nuevo el equipo nunca se sabe, pero yo creo que podemos entrar en la liga de Campeones y estar entre los cuatro primeros e intentar ganar la Copa del Rey y la CERS.

Por primera vez juegan los tres hermanos separados. ¿Trabajo extra para sus padres?

Es una experiencia buena. Esperemos que un día volvamos a jugar los tres juntos en un club, pero ya se verá. De momento estamos disfrutando los tres en sitios diferentes.

Y por primera vez también se enfrenta a su hermano mellizo Roberto, el próximo martes en Riazor para cerrar la primera vuelta.

Algún día tenía que pasar. Va a ser un partido bastante difícil porque el Liceo está haciendo un gran campeonato y en liga está intratable. Será complicado pero nosotros iremos a ganar y tenemos muchas cosas para ponérselo difícil. Los conozco bastante y sé lo que puede hacer cada uno.

Si ganan se ponen a cinco puntos del liderato. ¿Palabras mayores?

Contra Reus y Caldes ganamos y contra el Barça perdimos de poco. Si fuéramos más regulares estaríamos más arriba. Una pena. Pero si no ganamos la liga nosotros, me gustaría que la ganase el Liceo.

Siempre se le ve gastando bromas, cantando... ¿es una parte importante del vestuario?

Siempre he sido muy extrovertido y me gusta sacar una sonrisa a todo el mundo. Aquí nadie es profesional, los jugadores trabajan, así que por lo menos que haya un loco divertido que les haga disfrutar.

Si no fuera jugador, igual podía ser influencer.

(se ríe). Hay tiempo para todo.