Al Maristas se le escapó ayer la victoria contra el Vega Lagunera Adareva Tenerife por detalles. En un partido muy igualado, las coruñesas demostraron estar a la altura de su rival como ya habían hecho la semana pasada en Plasencia contra el cuarto clasificado. Pero todo el trabajo se perdió en el minuto final en el que hubo jugadas decisivas que cayeron del lado visitante y no del local. Como el triple de Tati Casal que se salió literalmente del aro. Quedaban 35 segundos, en el marcador figuraba un 62-65 y de lo que podía haber sido el empate a 65 se pasó al 62-67 porque además los árbitros le señalaron falta a la base local cuando esta había robado el balón en la salida de las canarias y se iba sola hacia canasta. Aun así no se rindieron las colegiales, que a base de tiros libres se pusieron a solo tres puntos e incluso robaron en la última jugada y Andrea, excepcional con 24 puntos, se la jugó desde el centro de la pista buscando la prórroga, pero su lanzamiento fue bloqueado por las dos rivales que le defendían (66-69).

La zona baja de la Liga Femenina 2 —la alta no tiene mucha incertidumbre con las 18 victorias en 18 partidos del intratable Baxi Ferrol— se aprieta y solo el Tenerife parece huir un poco de la quema. Hay un escalón entre ellas, con nueve victorias tras la conseguida ayer en A Coruña, y el pelotón de abajo, ahora encabezado por el Rosalía con cinco, las mismas que el Maristas y el Arxil —con un partido menos—. El Abda de Avilés, que juega hoy, está con cuatro, el Cortegada con tres —también tiene que recuperar un encuentro— y el MagecTías es colista con dos. Ahora el equipo dirigido por Jorge Carreira tiene dos partidos complicados contra el Azpeitia y el Barakaldo antes de afrontar otras dos finales contra los rivales de abajo.