Veintidós años le duró a Andrés Díaz el récord de Europa de 1.500 metros en pista cubierta. Desde el 24 de febrero de 1999 hasta ayer, 9 de febrero de 2021, cuando el prodigio noruego Jakob Ingebrigtsen, que ya había dado varios avisos previos, le dio un buen bocado a la marca del corredor coruñés, que era de 3:33.32, y dejó la plusmarca continental en 3:31.80, muy cerca incluso del récord mundial y quinta mejor marca de la distancia de todos los tiempos.

Jakob Ingebrigsten era desde hace años el enemigo público número uno de esa marca longeva de Andrés Díaz. Con la calidad del atleta noruego, doble campeón de Europa de 1.500 y 5.000, el récord tenía los días contados y solo era cuestión de tiempos. Ya lo había amenazado en varias ocasiones con anterioridad, pero siempre se había quedado a las puertas. Ayer, en la reunión de Lievin (Francia) corrió a la perfección detrás de las liebres, les cogió el relevo.

El polaco Marcin Lewandowski, subcampeón mundial bajo techo, se clasificó segundo con 3:36.83 y los dos españoles, Mohamed Katir e Ignacio Fontes, llegaron tercero y cuarto con el mismo tiempo de 3:36.89 que les sitúa en la undécima plaza del ranking español de todos los tiempos. Fue una jornada de récords porque al del menor de los Ingebrigtsen se unió la plusmarca mundial, también de 1.500, de la etíope Gudaf Tsegay con 3:53.09 borrando los 3:55.17 de su compatriota Genzebe Dibaba.