Jordi Adroher seguirá en el Deportivo Liceo una temporada más, hasta 2022, después de que el club y el jugador oficializasen ayer el acuerdo de su renovación. “Fue muy fácil la decisión porque estoy muy feliz aquí”, dice el que es, con 26 goles, el pichichi de la OK Liga. “Es un año más y estoy contento de poder continuar con el proyecto y muy agradecido al club”, añade, “desde que llegué me han hecho sentir en casa tanto los compañeros como Juan Copa, el club y la ciudad”, que además ya será para siempre especial en su vida porque es donde ha nacido hace tan solo unas semanas su segunda hija.

El de Maçanet de la Selva, de 36 años, llegó el pasado verano a A Coruña procedente del Benfica y protagonizó uno de los fichajes estrella para el presente curso. En principio, tanto club como jugador negociaron un contrato de más extensión, por lo menos de dos temporadas, pero finalmente firmó solo por una, aunque su rápido acoplamiento al equipo y a sus planteamientos, así como su elevado rendimiento, hacían prever que no habría problemas para negociar su continuidad, como así ha sido. Adroher es una de las piezas clave del esquema de Juan Copa, con 26 goles en su hoja de servicios, 15 de falta directa, que había sido una de las grandes asignaturas pendientes del conjunto verdiblancos en los últimos años. Con una técnica extraordinaria y un patín hipnotizador, el 77, al que ya le han puesto como sobrenombre el Mago, ya se ha convertido en uno de los favoritos de la afición.

Junto a la de Jordi Adroher, el Liceo negocia las renovaciones tanto del portero Carles Grau, muy avanzada y que por tanto podría ser el siguiente en firmar, como la del francés Roberto di Benedetto. El que no continuará en la plantilla la próxima temporada será el argentino Franco Platero, que pondrá fin a un ciclo de dos años para fichar por el Oliveirense portugués. Su lugar será ocupado por el jugador del Reus Álex Rodríguez, otro gran movimiento del Liceo. Incorporaciones para un equipo que quiere acercarse cada vez más al Barça, aunque el potencial económico de los azulgrana, al igual que el de los cuatro grandes de Portugal (Porto, Sporting, Benfica y Oliveirense), es inalcanzable para los coruñeses.