El Leyma parece haber encontrado la velocidad de crucero. A la convincente victoria contra el Ourense le siguió ayer la conseguida en Palencia ante uno de sus rivales directos (66-76), tercero en la tabla y otro de los equipos que pasarán a la siguiente fase. Los naranjas secaron a los locales con su defensa y estos por momentos se mantuvieron gracias al acierto exterior. Y en ataque minimizaron los riesgos, con menos pérdidas y malas decisiones, una gran solvencia y de nuevo con aportación de todos los miembros de la plantilla, once —ayer faltaba Abdou Thiam—. Ya solo quedan dos partidos para cerrar la primera parte de la competición en la LEB Oro (Cáceres en casa y Oviedo fuera) y el conjunto coruñés empieza a entonarse con un protagonista indiscutible: Gary McGhee.

Si era duda para el partido, como así lo explicó el entrenador naranja en la previa, no demostró ningún problema aparente sobre la pista. Todo lo contrario. El pívot marcó las diferencias. Y si había algún problema en la pintura, él se encargó de apagar el incendio. Sin Thiam, era el único cinco puro del equipo. Le acompañaron Zyle y Jakstas, pero es que el estadounidense rozó la perfección con 15 puntos y 10 rebotes (24 de valoración) y sobre todo dio una exhibición de inteligencia. Cargó de faltas a los rivales, acertó los tiros libres y él tardó en hacer las suyas.

El Palencia solo dominó en los primeros minutos, con un 14-9 que fue parado rápido por Sergio García. Un triple de Javi Vega y una jugada de 2+1 de Jakstas dio la vuelta al marcador (14-15), aunque el primer cuarto terminó con un empate a 19. La brecha se empezó a abrir en el segundo cuarto, con un parcial de 0-12 que puso la primera piedra de la victoria. McGhee decidía en la pintura, estaban entrando los tiros libres y a la carrera no había quien frenara al Leyma. Los locales, sin embargo, se quedaron frenados en los 24 puntos. Una canasta de Monaghan, que había decidido el partido de la primera vuelta, sirvió para el 24-33 que certificaba el 0-12. El Palencia se resistió, con dos triples, pero uno final del base Gaizka Maiza siguió dando una ventaja clara a los visitantes al descanso (32-38).

El conjunto naranja estaba muy cómodo, todo lo contrario que su rival. El ritmo lo marcaba Peciukevicius y los palentinos solo se podían mantener en el marcador cuando les entraban los triples, como los dos seguidos de Massarelli (42-48). El partido era tan serio que hasta entraban los tiros libres. Doce seguidos sin ningún fallo, hasta que Dago Peña cometió el primero. Una sensación de dominio total por más que el marcador no se terminara de decantar, con el 51-58 con el que se abrieron los últimos diez minutos.

Metieron los coruñeses una marcha más en defensa y con el 51-64, con 8 puntos seguidos sin oposición, afianzaban el triunfo. De nuevo el Palencia respondía desde la línea de triples. El Leyma no los necesitaba, aunque Matulionis encestó el que significaba el 62-73 a falta de tres minutos. Estaba hecho, pero aún quedó tiempo para que McGhee firmara un 2+1 que ponía la rúbrica a su partidazo hasta el 66-76 final.