La Plataforma Gallega para la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte valora “positivamente” las nuevas medidas en torno al deporte, pero sigue considerando discriminatorias algunas de ellas, en concreto el cierre o las restricciones en los centros como los gimnasios y también que el deporte federado tenga más privilegios que el resto. Además, insiste en que la práctica deportiva se ha demostrado que es segura y exige más ayudas para el sector y un protocolo que sea compatible con todas las actividades y centros.

La plataforma emitió un comunicado con estas conclusiones. “Valoramos positivamente los últimos avances producidos para la consideración de la actividad física y el deporte como esenciales para la población”, comienza dicha declaración, que también insta a tomar medidas concretas que lo materialicen. Además, reconoce “la buena receptividad que la Secretaría Xeral para o Deporte está manifestando” hacia sus demandas, “con medidas fundamentadas y menos restrictivas para un sector básico para la salud de la ciudadanía”.

Pero para la asociación, no es suficiente. “Las restricciones a las que está sometida la práctica de actividades físicas y deportivas son discriminatorias. Los centros deportivos, donde se realiza ejercicio físico, con numerosos beneficios para la salud, llevan varias semanas cerrados, mientras comercios y centros comerciales permanecen abiertos”, critica y añade: “El aforo del 30% y la reducción de los grupos a 4 personas lastra mucho la operatividad de los centros deportivos. No se entiende cuando la incidencia de contagios es mínima”. Y tampoco que “el deporte federado tenga menos restricciones que las actividades físicas no federadas, cuando el riesgo es el mismo” .

La plataforma también incide sobre las ayudas. “Son bienvenidas, pero resultan insuficientes para aquellos autónomos, empresas y entidades deportivas dedicados a los servicios deportivos y gestión de instalaciones, que están siendo sometidos a múltiples restricciones y que ya sufrieron varios períodos de cierre de sus actividades” valora. El sector, sostiene, hizo un gran esfuerzo para convertirse en una zona libre de contagios. Por lo tanto, demanda a la Xunta “un trato justo, tanto en las medidas restrictivas que están afectando a su práctica cómo en las ayudas a las que se pueden acoger los profesionales”.