Irene Martínez rozó el podio en el Campeonato de Europa de halterofilia que se está disputando en Moscú, clasificatorio para los Juegos Olímpicos. La coruñesa fue quinta en la modalidad de arrancada en la categoría de 59 kilos con una marca de 90 kilos, a cinco de los 95 con los que se repartieron el oro, la plata y el bronce. No estuvo tan lejos de volver a pisar el podio continental, pero no se vuelve de vacío ya que igualó su propio récord de España en esta disciplina y además batió el del total olímpico (noveno puesto) con 193 gracias a sus 103 en la disciplina de dos tiempos (decimocuarta). El otro representante coruñés en la capital rusa fue Víctor Castro. El calendario quiso que ambos compitieran en la misma jornada, mala para la delegación española, que tuvo que informar de la baja de Lydia Valentín por culpa de una gastroenteritis. Castro, en la categoría de 67 kilos, rondó sus mejores marcas para acabar noveno en arrancada (132 kilos), duodécimo en dos tiempos (148) y undécimo en total olímpico (280).

Martínez tuvo que madrugar ya que su participación arrancó a las diez de la mañana. Después de dar un peso de 58.68 en la báscula, se subió a la tarima, donde fue a por todas. Para empezar, su especialidad, la arrancada, en al que en 2018 ya se había colgado un bronce continental. De hecho, muy superior al resto de sus rivales del grupo B, empezó a competir cuando todas ya habían acabado sus tres intentos. La holandesa Bijleveld y la noruega Waaler llegaron hasta los 87 kilos, pero fallaron. La coruñesa se inició con 90 kilos, que levantó sin falló. Y pasó, ambiciosa, a los 92, pero no pudo con ellos ni en el segundo ni en el tercer intento.

Pese a ello, se puso con claridad como líder del grupo B antes de iniciar la disciplina de dos tiempos, que en comparación, siempre se le resiste un poco más. Muy segura en 100 kilos y en 103 —levantamiento que celebró porque le servía para batir el récord de España de total olímpico con 193—, no se conformó y fue a por 105, pero en el último movimiento, con la barra reposando en los hombros para levantarla por encima de la cabeza, tuvo un fallo técnico que le impidió poner la guinda. Para conocer su posición final tuvo que esperar a la tarde y la competición del grupo A con nueve participantes. Solo le superaron cuatro en arrancada y ocho en el total olímpico.

La competición de Víctor Castro fue mucho más rápida porque el grupo B solo lo formaban tres deportistas, lo que también lastró sus opciones, con menos tiempo para descansar. Con un peso corporal de 66.84, Castro levantó en arrancada en primer instancia 128 kilos. Después se fue a por los 132 —que para analizar bien su impacto, supone levantar su peso multiplicado por dos— y falló en 136. En dos tiempos levantó sin problemas 148 kilos, pero después se atascó por dos veces en los 153, ya agotado, con todos los levantamientos prácticamente seguidos. Total olímpico, 280 —curiosamente tanto Martínez como Castro calcaron el resultado de hace unas semanas en la Copa de España—.