El Leyma solo necesita una victoria más para certificar su clasificación para el play off de ascenso a la ACB. Puede ser hoy en Palma (19.00 horas) o todavía tendrá después tres oportunidades más —e incluso pueden beneficiarle otros resultados y no necesitar ganar—. El objetivo de la temporada está a su alcance. Y después solo queda soñar. Muy necesario en un año tan duro y en el que los naranjas han sabido llegar al momento capital en un gran estado de forma. Lo demuestran sus tres victorias seguidas en plena segunda fase, donde cada una es más complicada que la anterior, con una igualdad máxima y en la que todos quieren ganar. La mejor noticia para Sergio García es que no ha tenido más contratiempos a lo largo de la semana. Seguirá sin poder contar con Gediminas Zyle —“confiamos en que tenga una buena y pronta recuperación”, le desea al lituano, que ya estuvo más de un año sin jugar por una grave lesión—, pero el resto, anuncia, está “en buenas condiciones”.

“Será un partido como lo están siendo todos, muy igualado y son pequeños detalles los que marcan la victoria y la derrota”, confirma el entrenador naranja. En la primera vuelta de esta segunda fase, el Leyma ganó claramente en el Palacio de los Deportes de Riazor por 94-76, pero el técnico vasco se espera un encuentro completamente diferente: “No nos vale el partido de la ida como una referencia clara. Nosotros estuvimos muy acertados, hicimos un partido completísimo y es difícil repetir”, recuerda sobre aquel duelo en el que hasta cinco jugadores del conjunto coruñés se fueron por encima de los diez puntos: McGhee (19), Javi Vega (16), Zach Monaghan (16), Dago Peña (13) y Osvaldas Matulionis (10).

La semana pasada, contra el Granada, al Leyma le acompañó su tradicional intensidad defensiva, una gran actividad en ataque, con muchas alternativas de juego. El Palacio de los Deportes de Riazor se está convirtiendo en el fortín que no fue en la primera fase, donde las derrotas del Leyma llegaban en casa. Sin embargo, en esta segunda le está costando más jugar fuera. Perdió en Granada y Alicante. Venció en Castellón. Coincide que en esta segunda fase los viajes son más largos. El que más el de Palma, pero el hecho de ir en avión le quita muchas horas de autobús a la expedición naranja. “El Palma en su campo es muy fuerte. Ganó a Valladolid y Oviedo y perdió in extremis contra el Breogán. Esto es un reto añadido para nosotros”, analiza García.

“Tenemos que estar concentrados”, propone, “porque Palma está haciendo buen baloncesto, buenos resultados y es un equipo muy versátil, agresivo y que puede hacer varios lanzamientos en poco tiempo”. El análisis del entrenador en la previa pone el acento sobre todo en dos jugadores. “Ya no es que sean los mejores del equipo, sino que por estadísticas son de los mejores de la liga”, dice sobre el alero estadounidense Ronnie Harrell y sobre el escolta estonio Kristian Kullamae. Pero el donostiarra no se quiere quedar solo en lo obvio, en lo superficial. “Hay más argumentos. Pol Figueras está creciendo mucho, Jacobo Díaz, Jawara, Raffington —que hasta hace unos meses estaba a sus órdenes en el Leyma—...”, enumera. “Vamos a necesitar correr mucho, estar preparados para ese juego diferente que proponen”, añade.

El premio es de los gordos, porque una victoria aseguraría matemáticamente el play off para el Leyma. Y sumaría su cuarto triunfo seguido, su mejor racha de la temporada y un aviso para el resto de candidatos a ocupar la única plaza de ascenso. Palma, séptimo, estará más presionado, con menos margen de error. “No será fácil conseguir una victoria allí, que es lo que buscamos para formalizar nuestra clasificación para el play off, que es nuestro objetivo. A ver si lo conseguimos ya esta semana”, desea.