El CRAT remonta y resiste. Era fundamental ganar ayer a domicilio al Sanse en la recién iniciada lucha por la permanencia en la que prácticamente no hay margen para el error. Y las coruñesas sufrieron, pero tiraron de casta y honor para darle la vuelta al marcador en dos ocasiones y sumar cuatro puntos de oro (19-21) que las mantienen lejos de la zona de peligro a falta de dos partidos.

El día lluvioso en Alcobendas complicó la faena, con balones que resbalaban y se escapaban de las manos, dificultando el juego más fluido. En la primera parte, la tensión era evidente entre ambos equipos. El dominio correspondía al CRAT, pero eran las locales las que conseguían ponerse por delante en el marcador con un ensayo tempranero. Las pérdidas de posesión y los errores impedían sin embargo a las coruñesas conseguir algo positivo de sus ataques.

Todo cambió a la vuelta del descanso, con un CRAT que por fin pudo sorprender a su rival. Con un ensayo de Claudia Arranz, transformado por una acertada Anita Iglesias, la ventaja ya era visitante y esa se amplió unos minutos después cuando Claudia Barrio se pegó una galopada para posar el oval en la línea de marca, por el centro, para dejarle a Iglesias una pata plácida (5-14). El Sanse no había dicho su última palabra y con dos ensayos seguidos puso al CRAT contra la pared (19-14). Las coruñesas tenían que volver a marcar si no querían complicarse mucho la vida. Insistieron ante una defensa local que se resistía sobre la línea que rompió Alicia San Martín. La transformación de Anita Iglesias marcó la diferencia. El CRAT da el primer paso.