Hace cinco años el Leyma se quedó a las puertas de la final del play off de ascenso a la ACB al perder contra el Melilla en el quinto partido. Aquella fue la vez que el equipo coruñés estuvo más cerca del sueño. Una espina que arrastran los jugadores Zach Monaghan y Dago Peña y los miembros del staff Charlie Uzal y Gus Gago —también sobreviven de aquella eliminatoria el fisio Bruno Camblor y el jugador Gediminas Zyle, que no podrá estar en la cancha porque acaba de pasar por el quirófano— y que a partir de mañana intentarán sacarse contra el Granada. Es lo que animó a regresar tanto al base estadounidense como al escolta dominicano. Y lo que ha guiado al entrenador asistente y al preparador físico en toda una vida ligada al club naranja.

“El de Melilla fue uno de esos partidos que te quedan grabados para toda la vida”, recuerda Uzal. “Lo habíamos tenido aquí, lo dimos por hecho porque jugábamos en casa, pero apareció Suka Umu, que había jugado con nosotros, e hizo un partidazo. Tuvimos que ir a jugárnoslo allí, con todo en contra. Y aun así, quedando muy poco tiempo, hay un tiro de ellos que teníamos el rebote en las manos y Suka nos la quita, se la pasa a Zengotitabengoa y nos mete un triple que nos mata”, añade e incide en la mala suerte. “Nunca sabes lo que hubiese podido pasar... pero la final era contra Huesca que tenía a su mejor jugador lesionado y para Melilla fue un paseo. Con lo difícil que es llegar... se nos escapó por poco y el sabor fue amargo”, reconoce.

Zach Monaghan prefiere quedarse con el lado bueno: “El mejor recuerdo es el de ver el Palacio lleno. Toda la ciudad volcada con una semifinal en el momento de disfrutar de todo el trabajo del año”. Sobre el resultado, negativo para los intereses del Leyma, aplica su particular filosofía. “Es el deporte. En el baloncesto gana el que anota más puntos. No era nuestro momento”, comenta, sin arrepentirse de nada: “Para estos partidos es por los que te haces jugador. Por lo que haces doble sesión de entrenamientos cada semana. Por lo que trabajas en los veranos. Y lo vivimos al máximo”.

Ahora en lo que están centrados es en cambiar el final de la historia. “En nuestra mente está, es lo que lo deseamos”, dice el entrenador. “Obviamente que sí”, contesta el estadounidense en un perfecto español al que solo añade un par de palabras en inglés cuando desconoce cómo se dice. “Lo que es una pena es que no vamos a tener todo el Palacio lleno. Pero yo los voy a sentir a todos como si estuviesen allí. Vamos a luchar por todos y darlo todo”, promete. “El ascenso es muy difícil. Es el objetivo de todos los equipos, de todos los jugadores. Y solo lo va a conseguir uno”, apunta a lo que Uzal añade: “Yo que soy de aquí y que llevo media vida en el club, quiero y deseo que la ciudad pueda disfrutar de ACB. Hay mucha gente que le gusta el baloncesto y habría mucha gente que vendría al Palacio. El COVID ahora nos limita, estoy convencido de que el sábado estaría a reventar”.

Este año, creen, está más cerca el objetivo que en aquella temporada 2015-16. Aunque el base no se decanta por si una plantilla es mejor que la otra —“todos los proyectos son diferentes y dependen también del estilo que les quiera dar el entrenador”, señala—, el técnico coruñés apuesta por la de esta temporada. “Sin duda”, dice, “sobre todo porque tenemos más fondo de banquillo, con jugadores contrastados y con más peso en la liga”. Entre ellos los propios Peña y Monaghan. “En 2016 eran prácticamente unos rookies. Ahora Dago es uno de los jugadores con más caché de la liga y Zach... no hace falta que lo diga yo, ya se ve, ha dado un paso adelante en cuanto madurez y tiene ese flow que no se puede entrenar, se tiene o no se tiene. Es un ganador y siente que tiene una deuda con la ciudad, está muy comprometido. Los dos son los jugadores a los que les damos el balón en los últimos minutos”, valora. Aunque el estadounidense todavía no quiere pensar en si repetiría el tiro de Oviedo. “Vamos a ver qué pasa... no entro a un partido pensando en el último segundo sino en los cuarenta minutos”.

Uzal opina que “hay posibilidades reales de ascenso”. “Es que estamos a cuatro victorias... ahora hay que demostrarlo en la pista y tenemos equipo para poder hacerlo, pero el otro equipo también juega, está hecho para ascender y tiene el factor cancha. Serán partidos muy igualados, muy físicos y va a influir también el factor suerte. A ver si cae de nuestro lado”, analiza. “Este es otro paso en nuestro camino. Tenemos que tener máxima concentración en Granada, que tiene un nivel buenísimo. No podemos pensar en otros ni en nada más. Solo en esto”, avisa un concentrado Monaghan.

Han tenido una semana para preparar el partido. A estas alturas los entrenamientos ya no son tan físicos, sino más bien tácticos. Y lo que también es importante es tener tiempo para limpiar la cabeza. “Este año se ha hecho muy largo”, reconoce el de Chicago, “por eso necesitamos tiempo para desconectar”. “Los que tenemos más trabajo somos los entrenadores, que hasta hace dos días no sabíamos si nos íbamos a enfrentar a Murcia o a Granada y tuvimos que preparar todo para que en cuanto lo supiésemos, al día siguiente ya poder trabajar la táctica”, indica Uzal.

Él y Gago son el cuerpo técnico residente del Leyma. Otros entrenadores han pasado, pero ellos permanecen. “Gus no solo es el preparador físico, es una de las piezas clave del club, por el que se deja la vida. Yo intento poner mi granito de arena, aunque justo este año por temas familiares no puedo estar al 100%. Me fastidia un poco, porque es mi pasión y un sueño que llevo persiguiendo desde que estoy aquí y ahora que estamos tan, tan cerca no puedo ni viajar a Granada”, concluye Uzal, que desea una semifinal en dos partidos, “buena para el corazón y maravillosa para la ciudad” y una final contra el “Breogán”. Monaghan, que se ríe cuando se le dice que los aficionados quieren comenzar una religión para alabarle, pide una fiesta. “De eso no entiendo”, bromea, “lo único que quiero s una gran fiesta con la ciudad”.

A la venta las entradas para el sábado

El Leyma puso ayer a la venta las 1.100 entradas disponibles para el partido del sábado a las 18.30 horas contra el Granada, el segundo de la eliminatoria de semifinales del play off de ascenso a la ACB. Los precios son los mismos que en los anteriores encuentros, 10 euros adultos y 5 niños en el caso de los abonados y de la cantera y 15 y 7 euros para el resto. Las entradas están disponibles en la página web del club; en el enlace https://venta.basquetcoruna.t2v.com/index/index; en las oficinas del club situadas en Arquitecto Rey Pedreira de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas, y en las taquillas del Palacio de los Deportes de Riazor el mismo día de partido. Para los que sean convivientes, el club da la opción de sentarse juntos en las gradas, pero estas entradas solo están disponibles en las oficinas y en las taquillas.